Infractores: Ellos se “saltaron la barda” de la imprudencia e irrespeto vial

En pleno centro de la ciudad, en la propia quinta avenida del barrio El Centro, es decir, detrás de la municipalidad de San Pedro Sula, una patrulla de la Policía Municipal debió “autoenchacharse” por estar mal estacionado y de paso tapar una rampa para los ciudadanos que usan sillas de ruedas. ¡Bárbaros!.

A inmediaciones del estadio Morazán, esa señal es la más irrespetada. Aunque el giro a la izquierda no es permitido, ya que la avenida es muy transitada y de paso es controlada por semáforos, hay quienes desafían la ley y su suerte.

Llevan cascos, pero no donde deberían. Los conductores de motocicletas llenan las salas de ortopedia de los hospitales públicos y privados de la ciudad y a propia cuenta y riesgo descuidan su seguridad. Tales ejemplos son más que evidencia.

Tío Tráfico ya perdió la cuenta de cuántos accidentados en moto ha visto. Y hay gente que se esmera en abonar al crecimiento de su página con semejantes postales. El riesgo y la imprudencia les corre por las venas, más no saben lo carísimo que resulta recuperarse de una fractura.

Entre la vida y la muerte solo hay una pequeña línea. En Puerto Cortés fue captado este ciudadano con una parvada de cuatro menores subidos en una pequeña motoneta por una de las vías más transitadas por equipo de la ciudad. Al lado, dos conductores haciendo un viraje prohibido.

Haciendo doble fila en un semáforo fueron captados estos ciudadanos en moto. Y siendo mal ejemplo para los demás, unos patrulleros de la Policía Nacional. Pero el que “la sacó del estadio” es el conductor de este interurbano del Impala. Lleva una llanta más afuera que adentro y son decenasa los que transporta.

Tío Tráfico le llama al cruce de la avenida con el bulevar del este “la esquina del sabor”. Ahí los conductores a diario hacen virajes temerarios, pues además de la correcta señalización hay un semáforo que se irrespetan. Ese cruce es un caos en horas pico por este tipo de conductores y maniobras. Aquí un patrullero lo interceptó.

No conducir atento a las condiciones del tráfico hace a muchos padecer. Aquí dos claros ejemplos, uno no guardó distancia y colisionó con el que iba adelante y quizá freno, y el otro se metió en contra vía por debajo de la rotonda del paso a desnivel Merendón, a inmediaciones del hospital Mario Catarino Rivas.

Cuando hay un accidente se forman enormes atascamientos y los primeros en perder la paciencia y esperar son los llamados “rapiditeros”. Subirse a la acera es lo más fácil. Y que decir de la RPM 535: aquí solo cometió una mala maniobra para estacionarse.

No es que no querramos a los conductores de rapidito, pero se lucen para las fotos. Este cholomeño hace un viraje incorrecto y pues fue captado en el acto. Con esas acciones exponen la vida de los pasajeros que depositan en ellos su confianza por necesidad.

Aquí los imprudentes son todos. Estas postales son usuales casi a diario en los barrios y colonias sampedranos. Aunque el bus va lleno, la gente prefiere ir “colgada” y expuesta hasta a morir que llegar tarde a a su destino. Los conductores infringen la ley y coparticipan del riesgo por dejarlos ir de esa manera.

El de la ruta 1, lleva la ventilación natural a otra escala. El video trasero brilla por su ausencia, mientras que el conductor del pequeño carro, por hacer un giro indebido quedó embancado, viéndose en aprietos por no avanzar unos metros más para virar como Dios manda.

El grado de imprudencia e irresponsabilidad en estos dos casos desborda la razón y la inteligencia humana. Es incomprensible como personas adultas se exponen, o arriesgan a menores de edad a situaciones tan riesgosas como las retratadas en ambos casos. Tremendo.

La impaciencia conlleva a muchos conductores a tomar malas decisiones. Eso se evidencia por aquellos que no aceptan hacer fila y esperar, como en el caso del doble cabin, o como el minicamión que también hace un giro arriesgado e imprudente que por poco le pasa factura.

Es que la gente no está segura ni en las medianas ni en las aceras. En Puerto Cortés fue captado un conductor de un carro doble cabina “metiendo presión” a un ciudadano que va a bordo se su bicicleta por el lado correcto de la vía. En la otra escena, un motociclista acortando distancia sin ninguna prudencia.

Cuando Tío Tráfico ve estas tristes escenas tararea una famosa alabanza que dice así: “Yo te extrañaré, tenlo por seguro”. Él cuestiona a aquellos que a cuenta y riesgo se exponen a la muerte tomando decisiones que atentan por donde lo vean, contra su propia seguridad.

Vamos de imprudentes a descuidados. En la foto una, un conductor de seguro andaba apurado. No respetó los estacionamientos exclusivos para las personas con retos especiales y de paso tomó 2x1. Al lado, otro un desesperado más avanzando por la acera en una vía sampedrana.