“El Tablón es un fracaso que se le debe sumar a este gobierno”
Kevin Rodríguez, experto en temas de energía, explicó que los objetivos de la represa El Tablón se contradicen. “Si se quiere controlar inundaciones, la presa debe estar vacía; si se quiere generar energía, hay que tenerla llena. Esos fines se oponen”
- Actualizado: 23 de octubre de 2025 a las 10:19 /
El economista y experto en energía Kevin Rodríguez calificó como “una decepción total” el manejo del proyecto hidroeléctrico El Tablón, al considerar que el gobierno actual perdió la oportunidad de proteger el valle de Sula de las inundaciones y que el proyecto quedó “engavetado por capricho político”.
Rodríguez explicó que el país “acertó” al incluir en el Programa de Inversión Pública 2026 los proyectos Llanitos, Jicatuyo, Patuca IIA (La Tarrosa) , así como Morolica, ya que estos pueden tardar “ocho o hasta diez años” en desarrollarse.
“Son proyectos que el país necesita, pero debemos tener claro que no estarán concretados sino hasta 2035”, advirtió.
Detalló que los proyectos Llanitos y Jicatuyo tienen un doble propósito: generar unos 300 megavatios de energía y, al mismo tiempo, controlar las inundaciones del río Ulúa. Sin embargo, subrayó que el caso de El Tablón es distinto y su retraso representa “un fracaso que se debe sumar a este gobierno”.
“Si se hubiera trabajado bajo la visión de control de inundaciones, este proyecto pudo haberse culminado en 36 meses desde junio de 2022. Hoy San Pedro Sula, La Lima y Choloma estarían 90% protegidas”, afirmó.
El economista aseguró que el problema radica en que las autoridades de la Enee decidieron incorporar el componente de generación eléctrica, pese a que los estudios técnicos demuestran un bajo potencial: “apenas 13 megavatios, algo que incluso podría cubrir una pequeña industria”.
Rodríguez recordó que, durante el gobierno de Manuel Zelaya, se estimaba una capacidad máxima de 20 a 30 megavatios, pero los nuevos estudios redujeron esa cifra.
“Retrasar un proyecto de protección solo por encapricharse con la energía es ilógico, sobre todo cuando una tormenta como Julia dejó pérdidas por más de 8,000 millones de lempiras”, señaló.
El experto explicó que agregar el componente energético obliga a construir un embalse que inundará comunidades río arriba, principalmente en La Ceibita y Quimistán, afectando a unas 500 comunidades.
Recordó que el sector privado había propuesto una presa seca o rompepicos, sin necesidad de reubicar a nadie, con un costo de 150 millones de dólares y un tiempo de construcción de tres años. “Esa propuesta fue desechada”, lamentó.
Rodríguez agregó que con el diseño actual, el costo del proyecto superaría los 500 millones de dólares, con mayores plazos y afectaciones.
“El gobierno se encaprichó con el modelo más caro y dañino”, sostuvo, advirtiendo además que los objetivos de control de inundaciones y generación de energía son “mutuamente excluyentes”.
Sobre la licitación de El Tablón, señaló que no hay información pública del proceso, más allá de que participaron tres empresas, “dos de ellas chinas”, lo que —a su juicio— confirma una tendencia preocupante.
“El gobierno quiere seguir regalando el país a China; ya se han adjudicado más de 7,000 millones de lempiras en proyectos eléctricos a inversionistas chinos”, dijo.
Finalmente, Rodríguez advirtió que los proyectos de infraestructura podrían entrar en pausa por la campaña electoral y consideró que “lo mejor sería que los deje el actual gobierno y que el próximo los culmine sin contratos amarrados”.
Experto aconseja atraer capitales privados para estos proyectos
El economista y experto en energía Edgar Aguilar considera positivo que Honduras haya incorporado cuatro nuevos proyectos de represas en su Programa de Inversión Pública 2026, entre ellas Los Llanitos, Jicatuyo, Patuca IIA (La Tarrosa) y Morolica, siempre que el Estado combine recursos públicos con inversión privada y establezca mecanismos claros de compensación a las comunidades afectadas.
“Es bueno que se incorpore la construcción de renovables en general y especialmente de hidroeléctricas para aprovechar un recurso abundante en el país y generar energía limpia”, señaló.
Agregó que estos proyectos también pueden servir para “la contención de inundaciones” y otros propósitos de interés nacional.
Aguilar subrayó que, aunque la inclusión de las represas en el plan es positiva, el Estado debe diseñar modelos que atraigan capital privado, con el fin de liberar fondos públicos hacia sectores donde la empresa privada no invierte. “Estos son algunos de los campos en los que hay incentivo para la participación del sector privado”, dijo.
300
millones de dólares
(unos 7,500 millones de lempiras) es el monto aprobado por el Congreso Nacional el 28 de enero de 2025 para financiar la primera etapa de la represa El Tablón, mediante un contrato de préstamo suscrito con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Respecto a la represa El Tablón, el economista apuntó que el proceso de licitación muestra retrasos y falta de información pública. “Esperamos que se sigan procesos claros, que se publique una línea de tiempo, que se abran los espacios de veeduría y que el proceso sea verdaderamente competitivo para garantizar precios bajos que ayuden a reducir el costo de la energía eléctrica”, expresó.
Sobre los conflictos con comunidades afectadas, particularmente en Quimistán, Aguilar recalcó la importancia de que existan reglamentos y procesos claros para las compensaciones. “Si estos procesos todavía no existen claramente, esto puede dar oportunidad a prácticas que no ayudan a manejar los fondos públicos de forma transparente ni eficiente”, advirtió.
Finalmente, anticipó que no habrá avances significativos en las obras públicas hasta enero, debido al contexto político.
“En estos meses va a ser difícil ver progreso razonable en estos proyectos. Lo que no se ha hecho hasta ahora, este gobierno ya no lo podrá hacer. Si continúa, deberá culminarlos, y si llega otro, que evalúe y dé continuidad a los que realmente beneficien al país”, concluyó.
