Por la férrea vigilancia de la Marina, la Guardia Nacional y Migración de México, para un indocumentado cruzar ahora el río Suchiate en balsa a plena luz del día, es misión imposible.
La única opción es hacerlo de noche o de madrugada para no ser detectado.A los balseros ahora solo les queda trasladar mercancías, porque son pocos los indocumentados que se atreven a cruzar, saben que del otro lado los esperan las autoridades.
Solo mexicanos y extranjeros con visa humanitaria o residencia pueden cruzar por el río.
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Agentes de Migración piden a las personas que bajen de las balsas con sus documentos de identificación.
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Los balseros también están advertidos que no deben cruzar migrantes y si los cruzan perderán la licencia y prefieren no correr riesgos. Desde lejos saben que los militares los están vigilando, que deben cumplir al pie de la letra las recomendaciones para evitar ser arrestados. El río Suchiate dejó de ser paso de migrantes.
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