"No los salvé yo, fue la mano de Dios": se cumple un año de la hazaña de Elías Valladares

El "rastrero superhéroe" celebra el éxito de aquel momento tan crucial en su vida en el que salvó las vidas de 64 personas, en su mayoría migrantes, que viajaban en bus que perdió los frenos y descendía sin control la peligrosa cuesta de El Portillo, Ocotepeque

No los salvé yo, fue la mano de Dios: se cumple un año de la hazaña de Elías Valladares
  • 17 de octubre de 2025 a las 23:00 /
Choloma, Cortés

Hace justo un año, un 18 de octubre de 2024, Honduras fue testigo de un acto de coraje que parecía sacado del cine: un autobús con 64 migrantes descendía sin frenos por la peligrosa cuesta de El Portillo, en Ocotepeque, y cuando todo apuntaba a una tragedia, un hombre decidió desafiar el destino.

Elías René Valladares, de 47 años y motorista de rastra con 12 años de experiencia, detectó el problema, rebasó el bus fuera de control, se colocó enfrente y lo detuvo con su propio vehículo.

Aficionado a las calles, al Olimpia y a las baleadas, siempre viaja sin copiloto, pero realmente nunca anda solo. Lo acompaña Dios, la música de Los Temerarios y su canción favorita, Rosas Rojas de La Industria del Amor.

Convertido en símbolo de esperanza, un año después de aquel momento que ya se quedó alojado en una página de la historia de Honduras, don Elías vive agradecido con la vida.

Bautizado por un cantautor hondureño como el "trailero súperhéroe" recuerda aquel instante no como una hazaña, sino como una obra divina. Aquel día, Honduras conoció al trailero que detuvo la muerte.

Desde el interior de la cabina de su propio camión al que llama de cariño "El Consentido", don Elías recibió al equipo de LA PRENSA Premium para hacer un repaso de aquellos acontecimientos inolvidables y conocer cómo le ha ido, a un año del mayor acto de heroísmo que han visto los hondureños.

“El Consentido” es la rastra propiedad de don Elías y volvió a las carreteras después de que gracias a su acto heroíco recibiera ayuda para reparar el motor.

Año de bendiciones y agradecimiento

¿Cómo ha sido este año, desde aquel día en que se volvió un héroe por evitar una tragedia?, le preguntamos de entrada.

"Este primer año, ha sido maravilloso, de mucha bendición. Me siento emocionado por estar contando una historia más y ser, para bien, el protagonista de esa historia", dijo emocionado, mientras sus lentes de motorista, tapaban la nostalgia de sus ojos.

Como rebobinando un viejo casette, recuerda como si fuera ayer aquel el instante con la claridad de quien ha mirado de frente al destino.

Don Elías recibe inesperada noticia tras detener bus con su tráiler

“El bus no llevaba frenos. Fue la mano poderosa de nuestro Dios la que me iluminó para poder hacer tal hazaña. Yo hice algo sin pensar quiénes eran o qué podía pasar. Me dejé guiar por Él. No los salvé yo, fue la mano de Dios”, confiesa.

Agradece también al conductor del vehículo que grabó la escena y la compartió en redes sociales, haciendo viral su acto heroico.

“Gracias a don Roger Melgar, que fue quien me grabó y me hizo famoso y viral. Aparte de mi Dios, que fue el que me utilizó, aquí estamos, gracias a Él”.

En cada parada del camino, los hondureños lo saludan, lo reconocen y le agradecen: su historia inspira a quienes aún creen en la bondad y el valor de ayudar sin mirar a quién.

“El Consentido”, su compañero de vida

Don Elías junto a El Consentido, su compañero de ruta contó que tiene tres años de tenerlo, y justo un mes antes de aquel suceso, el camión se había quedado sin motor.

“Se me estalló el motor y tuve que estacionarlo. Luego busqué la forma de trabajar como motorista para poder sustentar los gastos, porque lo estoy pagando”, cuenta.

Fue gracias al apoyo del influencer Carlos Eduardo Espina, quien reconoció su valentía y que le donó lo necesario para que pudiera comprarse un nuevo motor, que Elías pudo volver a llevar al Consentido a la carretera.

“Primeramente gracias a Dios, y luego a él, ando de nuevo en mi propia unidad trabajando. Trabajando para otros tal vez hubiera cubierto los pagos, pero no habría podido reparar el motor”, dice con gratitud.

“No fui yo, fue Dios quien me usó para hacer la obra”, dijo a la periodista Jessica Figueroa, don Elías, hoy reconocido como héroe nacional por su valentía y humildad.

Elías tiene 12 años al volante, aunque se considera “nuevo en el rubro”. Dice que manejar con carga es más difícil, pero la clave está en la calma: “Si se conduce con precaución y serenidad, no deben haber problemas”.

En sus viajes ha visto muchos accidentes, pero también ha encontrado solidaridad entre los conductores. “A veces uno ayuda, y otras veces lo ayudan a uno. En la carretera hay que ser humano”.

Su vida, sin embargo, no solo gira alrededor del trabajo. En sus tiempos libres prefiere estar en casa. Tiene tres hijos y está separado. “La vida en hogar es más difícil cuando se anda recorriendo Honduras y los países vecinos de punta a punta”, dice con nostalgia.

Aunque por su oficio trabaja más de lo que descansa, sus hijos son su razón para luchar, y los recuerda en cada lugar adonde va. Ellos se llaman Elías René Valladares Escoto, 16 años; Keisy Isabella Valladares Escoto de 14 y Camila Norey Valladares Vargas de 11. También vive para apoyar a sus padres Reberto René Valladares y Aída Mejía Castro.

Es originario de Los Charcos, Talanga, en Francisco Morazán. Allí, tras su acto heroíco fue recibido como héroe. “El pueblo charqueño y el talangueño me han demostrado el amor que me tienen”, dice con una sonrisa amplia al recordar aquel día en el que dejó de ser un ciudadano común, para convertirse en toda una celebridad.

Desde aquel día, su vida cambió. En cada parada lo reconocen, lo saludan, le piden fotos.

“En todos lados donde voy me reciben muy diferente a como era antes. Siempre fui motorista, pero no era bien recibido como ahora. He tenido un cambio exagerado”, admite con humildad.

Desde su natal Los Charcos, Talanga, hasta las redes sociales, el héroe sin capa que detuvo la muerte sigue siendo símbolo de esperanza en las carreteras de Honduras. Es un hombre modesto y trabajador.

Aunque se rió cuando le preguntamos, en este año también ha incursionado con éxito en TikTok.

“He recibido mucho apoyo. No me gusta hacer lives, soy penoso para eso. Pero cuando grabo algo que me gusta, lo subo y la gente me apoya”.

En su camión lleva una caricatura que un medio de comunicación le dedicó, y la luce con orgullo en una camiseta y en un cuadro que guarda en casa. “He tenido muchos reconocimientos muy preciosos en todo este año”, dice.

Cuando se le pregunta si volvería a arriesgar su vida para salvar a otros, no duda en responder:

“A veces uno hace cosas que no están en el momento preciso para uno. Pero si Dios indica que uno lo tiene que hacer, hay que hacerlo. Sin duda lo volvería a hacer”.

También sigue en contacto con algunos de los migrantes venezolanos que viajaban en el bus. “A veces, cuando hago un live, se conectan y me saludan. Me dicen: ‘Don Elías, cómo está, nuestro héroe, nuestro ángel guardián’. Son gente que aprecian lo que sucedió”.

Y a ellos, les deja un mensaje lleno de fe: “Que aprovechen la oportunidad que Dios les regaló, porque no fui yo quien hizo la obra, fue Dios. Alguien en ese bus le clamó con el corazón, y Él me utilizó para hacer eso. Que busquen el mejor camino y sigan adelante”.

Hoy Don Elías sigue en la carretera con El Consentido, trabajando, agradeciendo y recordando aquel día en que su fe se volvió acción.

“Mis planes son seguir luchando, tratando de sobrevivir, y en lo que se pueda, seguir juntos con El Consentido”.

Su historia no solo salvó vidas, sino que nos recordó que la bondad todavía existe. Que los héroes verdaderos no siempre llevan capa, ni esperan recompensa. A veces solo manejan una rastra, escuchan su corazón... y obedecen la voz de Dios.

No los salvé yo, fue la mano de Dios: se cumple un año de la hazaña de Elías Valladares
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Jessica Figueroa
Jessica Figueroa
jessica.figueroa@laprensa.hn

Periodista de investigación, editora y cronista. Con 22 años en el periodismo escrito y multimedia. Con subespecialidades en diseño y edición gráfica e inteligencia artificial.