Ha sido la ciudad de Nueva York, que por ley debe dar cobijo a toda persona que llegue a la ciudad, la que ha terminado asumiendo la carga mayor de estos emigrantes: si bien Abbott “solamente” ha enviado a la Gran Manzana a 1.450 personas desde el 5 de agosto, otras 6.500 han llegado por sus propios medios desde Washington, destino primero de los envíos de Abbott, según la alcaldía neoyorquina.