Locura por las hortensias: Todo lo que tiene que saber si quiere subir al Merendón
¿Qué zapatos usar? ¿Suben los carros turismo? ¿Hay mosquitos? suelen ser las preguntas más frecuentes de los visitantes que han desatado un impresionante furor por la montaña, sus maravillosos paisajes y espectacular clima
- Actualizado: 31 de octubre de 2025 a las 18:36 /
Entre la San Pedro Sula caliente, donde por lo general en los días soleados las temperaturas superan los 35 grados, y la San Pedro Sula en la altura, donde el viento fresco siempre sopla, apenas hay 13 kilómetros de distancia cuesta arriba.
Las redes sociales y la falta de espacios públicos de esparcimiento en la ciudad se han combinado súbitamente para poner de moda la montaña.
En particular, son los hermosos cultivos de hortensias y otras coloridas flores, así como el Parque Nacional Cusuco, localizado 40 minutos al oeste de las famosas antenas de Hondutel, en la comunidad de El Gallito, los que han despertado el interés de los sampedranos por subir a la montaña.
Ir a El Gallito no es algo que este fuera del alcance. Es más, muchos le han perdido el miedo a la montaña y hoy disfrutan allá arriba de tardes de café o frescas mañanas de desayuno familiar, con las mejores vistas que se puedan imaginar.
Si aún no ha ido a tomarse fotos con los frondosos campos de hortensia, para llegar hasta allá hay dos rutas: una por Cofradía si quiere empezar en el Parque Nacional Cusuco; y otra, desde la colonia La Primavera, al suroeste de la ciudad.
Si decide irse por La Primavera, lo más recomendable es ir en carros de tracción en las cuatro ruedas. La calle, una vez que sale del corto pavimento de la colonia, es toda de terracería, pero gracias al auge turístico se mantiene en su mayoría, en óptimas condiciones.
En total, si emprende esta ruta deberá recorrer 12.26 kilómetros de una cuesta en ascenso hasta las antenas. Este es el punto más alto y se ve desde cualquier punto del valle de Sula. Su altitud máxima es de 1,568.9 metros sobre el nivel del mar (msnm).
Tenga en cuenta que subirá la montaña y para llegar a su destino, antes deberá recorrer una carretera terciaria, que a velocidad moderada, puede durar de 40 minutos a una hora.
Del trayecto, los primeros 3.5 kilómetros son los más retadores y en los que hay que ascender y descender con sumo cuidado. Las primeras 12 curvas son muy empinadas y algunas son muy cerradas, por lo que es indispensable ir despacio y atento a los carros que van en el sentido contrario.
¿Puedo subir en un carro turismo?. Esa es una de las preguntas más usuales de los visitantes. Y por lo general, quienes están recibiendo a los turistas lo desaconsejan, no por el estado de la calle, sino por el nivel de inclinación, y porque en segundos, el clima puede cambiar, y pasar de un día soleado a uno totalmente nublado y lluvioso.
Además, los carros pequeños pueden llegar a tener complicaciones al bajar, ya que los frenos se pueden recalentar y perder el control.
Dicho esto, y con la ruta ya clara, lo que sigue es continuar el ascenso y disfrutar del camino. A lo largo de los 23 kilómetros el clima suele cambiar.
Si en la ciudad el día está soleado, arriba, también suele estar soleado, pero también es normal, que una nube aparezca de repente cubriendo el camino de densa neblina.
La primera comunidad que encontrará al ir subiendo es Peñitas, luego Las Cruces y algunos caceríos. La primera parada para muchos es el comedor de Toño, un sitio donde se puede comer rico y tener una de las mejores vistas de la montaña.
Continuando, a ratos en rectas planas, y en otros en curvas derrapantes, llegará al sitio que puso de moda a El Merendón: Cafetería y viveros Las Torres. Allí desde hace cuatro años funciona un vivero, pero es desde hace meses el lugar favorito para ir a pasar un momento ameno y tomarse fotos con las hortensias.
Aquí paran muchos turistas que viajan en toures guiados, o decenas de motociclistas y conductores de razers o buggys que suben en sus todo terreno a disfrutar del lodo y la aventura extrema subiendo y bajando.
Desde el feriado Morazánico, también han llegado muchos visitantes citadinos, que van en grupos familiares y de amigos a vivir la experiencia. Justo frente a este negocio, encontrará una torre, razón por la que lleva ese nombre.
Pasando allí, apenas unos metros adelante y cuesta arriba, llegará a las antenas de Hondutel, las más famosas del paisaje. Justo allí está la comunidad de El Gallito.
En su estancia en la cara trasera de El Merendón encontrará una de las postales más famosas de la montaña, los frondosos campos de hortensias y las curvas a desnivel llenas de siembras de hortalizas y café.
Tomando la calle a la derecha, justo entre las antenas de Hondutel hasta el campo de hortensias de don Carmelo Fúnez hay 1.07 kilómetros. Este es el lugar consentido de los visitantes, ya que tiene el campo de flores más grande y hermoso de toda la comunidad. A la par se encuentra la Escuela Agrícola Virgen de Suyapa y la comunidad de El Gallito.
Continuando la ruta hacia El Cusuco, pasando las antenas a mano izquierda hay otra parada obligada para los viajeros: El Paseo de las Hortensias de doña Zoila Amaya Mejía.
Aquí además de flores, ella cultiva helechos y vende comida casera, como guisos y sopas de gallina a los visitantes. También suele mantener rico café de palo, chocolate caliente y pan de mujer, así como tamales.
Recomendaciones esenciales para los visitantes
Si después de leer este reportaje ya se decidió, le daré las últimas recomendaciones recopiladas tras entrevistar a don Carmelo Fúnez, Zoila Mejía Amaya y Miriam Bonilla, los dueños de los tres campos de hortensias más visitados de San Pedro Sula.
Primero, lleve abrigos, sueter o chumpa. El clima puede ser impredecible, y lo habitual es que la temperatura se ponga muy fresca, sobre todo por las tardes.
También, es aconsejable llevar repelente contra los mosquitos. En los campos de flores hay muchos. En cuanto al calzado, lo mejor es llevar zapatos tipo burritos o tenis de suela gruesa. Si son lisos, y llueve, se puede resbalar y caer.
Trate de llevar efectivo, aunque en el caso de la cafetería Las Torres admiten pago con transferencia. En los campos de don Carmelo Fúnez y doña Zoila Mejía, el acceso es permitido mediante un pago simbólico, ya que ambos se han esmerado en construir miradores y permitir a los visitantes una experiencia placentera.
Los ramos de hortensias los venden de 50 lempiras en adelante. Más adelante, don Carmelo tendrá telescopios, pues desde su propiedad, se puede divisar una parte de Guatemala.
Si acaso se le olvida el sueter, no se preocupe. Allá arriba, Miriam Bonilla también vende, ya que muchos visitantes se confían y les ha tocado pasar frío.
La mejor temporada para subir y disfrutar las flores es de junio a octubre, ya que es cuando brotan más. Con la llegada de las lluvias, los pompones se dañan y marchitan mucho más rápido.
Aunque no lo crea, San Pedro Sula es más montaña que valle plano
San Pedro Sula tiene una extensión territorial de 85,625.94 hectáreas, de las cuales 37,299.35 hectáreas (43%) forman parte de la Zona de Reserva de El Merendón (ZRM).
Si a esto se suma toda el área sampedrana del Parque Nacional Cusuco, que comprende 15,785.86 hectáreas, es decir, el 80.51% de la extensión total del parque, podemos afirmar con propiedad que la gran Capital Industrial es más montaña que valle.
La Zona de Reserva El Merendón, según el decreto 46-90, tenía una extensión de 39,976.71 hectáreas.
Sin embargo, con las reformas introducidas en el decreto 334-2013 —impulsado por el diputado y exregidor Marlon Lara, y que modificó la llamada Cota 200— se excluyó de la ZRM a 24 comunidades, entre ellas residenciales como Bella Vista, aldeas como Armenta y El Zapotal, y colonias como San Jorge, Figueroa y Nueva Primavera, entre otras.
A El Merendón, muchas agencias de viaje están llevando visitantes y la mayoría son propiedad de personas nativas de la montaña. Esto tiene cierta ventaja porque son los que mejor conocen la zona. Un viaje hacia El Cusuco, pasando por los campos de hortensia, suele costar entre 800 y 1,200 lempiras, y la oferta es amplia y variada.
Muchos prefieren viajar de esta manera porque pueden disfrutar de una experiencia mayor, con personas que conocen como la palma de su mano El Merendón.