Desaceleración afectó el empleo en microempresas

SAN PEDRO SULA.

Para el pedagogo graduado de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), José Francisco Guzmán (de 31 años), las oportunidades laborales en su campo han escaseado.

Debido a ello, trabajó por casi dos años como analista de créditos en una casa comercial, hasta que la empresa recortó su plaza. A tres meses de su despido, logró ubicarse en el área de atención al cliente de una cadena farmacéutica.

Aún cuando su inserción laboral ha sido un reto, Guzmán es parte del 35% de los hondureños con un trabajo permanente y con los derechos de ley.

Según estadísticas del mercado laboral nacional, la población en edad de trabajar (PET) ascendió a 7.3 millones de personas durante 2019, de esa cantidad, la población económicamente activa (PEA) sumó 4.2 millones de hondureños, que representó el 57.3% de la PET.

Los jóvenes deben inclinarse a áreas técnicas. Sin duda esa es la tendencia del mercado laboral en 2020. Jissel Rivera, oficial de Colocación

De ese porcentaje, el 62% de la fuerza laboral de Honduras está compuesta de hombres y el 38% de mujeres.

Conforme a cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, el año pasado la tasa de desempleo abierto se situó en 5.7%, similar a la de 2018. En el caso de la composición de la PEA, en términos relativos, tanto ocupados (-2.7%) como desocupados (-2.1%) bajó.

Asimismo, la cantidad de personas que por cuenta propia trabajan de manera individual en una unidad económica (micro, pequeña o gran empresa) o de manera ambulante, disminuyó 4.6% (75,894 personas) en el año 2019.

Esta población trabaja mayormente en los sectores de agricultura (36%), comercio (25.2%) y manufactura (12.4%).

El comportamiento económico de estas actividades, según el índice mensual de actividad económica del Banco Central de Honduras, no refleja un comportamiento alentador sobre todo en la agricultura.

Según el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), la caída del empleo por cuenta propia es explicada porque “la desaceleración económica está afectando más a los microempresarios y a los hogares que se han visto obligados a prescindir de trabajadores asalariados y no asalariados”.

Las cifras denotan que la economía hondureña en este último año, lejos de crear nuevos empleos para las personas que debieron ingresar al mercado de trabajo, más bien expulsó trabajadores de sectores informales de la economía.

En Honduras hay muchos retos, Pero no somos el único país con desafíos. Debemos buscar oportunidades José Quan, director de Eventia

“Esto a su vez, tiene la consecuencia negativa de acrecentar la desigualdad económica en el país”, añade la unidad académica y científica de la Unah.

En 2019, la PET incrementó en 180,890 personas (2.5%), mientras que la fuerza laboral (PEA) disminuyó en 116,084 personas (2.6%) respecto al año 2018.

Bolsa de empleo. Cada semana, cientos de personas acuden al Servicio Nacional de Empleo de Honduras (Senaeh) de la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social, ubicado en el edificio La Plaza, segunda calle, entre las 1 y 2 avenidas de Barandillas, para aplicar a vacantes abiertas por empresas privadas.

“El reto para este año es incentivar a las empresas a que contraten jóvenes y también personas mayores de 40 años, pero también que estos últimos se pongan a la vanguardia, porque de nada sirve, por ejemplo, ser perito y que no sepa manejar una computadora”, dice Jissel Rivera, oficial de Colocación.

En caso de adolescentes que buscan su primer empleo para costearse la universidad, Rivera agrega que hay más oferta laboral para bachilleres técnicos, que tradicionales.

“Hay muchas oportunidades para técnicos en mecánica automotriz, en refrigeración e industrial. Las áreas técnicas son la tendencia para 2020. Un bachiller en Humanidades es difícil de colocar”.

Para los interesados en aplicar a una plaza de trabajo, Rivera sugiere que una hoja de vida de dos páginas es suficiente.

17,000 empleos creados en 2019 La cantidad de empleos creados por el sector privado, según el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).

“Un currículo actualizado y bien hecho, vende. Siempre es preferible comenzar de lo más reciente a lo más antiguo en estudios y experiencia profesional. Saber detallar las funciones que tuvo en la empresa y describir sus habilidades”, indica.

A criterio de José Quan, director de Eventia, empresa organizadora de ferias de empleo y exposiciones comerciales, todo joven que aspira a su primer trabajo debe apostarle a la formación continua, ya sea universitaria o profesional en alguna actividad que desee.

“Es importante decir que no solo las profesiones universitarias son necesarias para la economía de Honduras, sino que también otros oficios, que también se pueden convertir en profesiones para muchas personas”, añade Quan.

El también conocido como Doctor Empleo insta a los jóvenes a aprovechar las herramientas digitales para estar actualizados, sobre todo en tecnología.

“Para el joven que está buscando un empleo, debe mantener sus opciones abiertas y estar consciente que se empieza desde abajo y poco a poco se va subiendo. De repente trabajará en algo que no le apasione, pero que le permitirá ganar experiencia de trabajar en equipo, tener un supervisor y un horario”, agrega Quan.

Tendencias

Según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), a través de su reporte “El futuro de los trabajos”, el 65% de los niños que hoy están en primaria se dedicarán a un empleo que aún no existe.

Para esta nueva década está prevista la desaparición de millones de empleos que la tecnología volverá obsoletos, pero también la innovación creará muchos trabajos en múltiples sectores productivos.

1.5 millones de asalariados trabajan en el sector privado y 252,312 en el Gobierno, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas.

“Estamos en un momento donde hay un choque de generaciones importante, pues cada vez hay más centennials entrando a la fuerza laboral, y esta nueva generación ve diferente el trabajo convencional al que estamos acostumbrados”, refiere Diego Chacón Víquez, vicerrector de Vinculación Nacional e Internacional de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH).

Para el docente, además del título universitario, las habilidades blandas, como empatía, inteligencia emocional y habilidades sociales son muy requeridas.

En el mercado laboral mundial, según Chacón Víquez, “hay mucha necesidad de personas que manejen datos, los analicen y los usen para el beneficio de las empresas y las personas. Al ser mercados cada vez más globales se requiere de personas que hablen más de un idioma”.

Las tensiones globales, acrecentadas en los últimos días, suponen a su vez una amenaza a los pronósticos de crecimiento económico mundial y el comportamiento de los mercados.

2 Claves de la plataforma:

Ismael Zepeda, Fosdeh: “Un panorama desalentador” La falta de correctivos en las políticas económica, fiscal, monetaria, social y de mayor inversión extranjera directa, hacen que el panorama de Honduras no sea alentador para el año 2020. El 2019 ha sido un año complicado, afectado por una clara desaceleración económica, lo que contrasta con el crecimiento del 4.8% que se registró en 2017 y 3.7% en 2018. En este 2019 ni siquiera vamos a cerrar en 3% de crecimiento del producto interno bruto (PIB). El bajo crecimiento económico del país, además, es totalmente desigualitario; es decir, crecen sectores que no generan mayor cantidad de empleos de productividad. Estamos hablando del sistema financiero, telecomunicaciones y la parte de energía. Ese crecimiento económico desigual se refleja en una tasa de desempleo que sigue siendo alta, lo mismo que la del subempleo, que abarca a miles de hondureños que reciben menos de un salario mínimo, el cual es de unos 9,000 lempiras (unos 362 dólares).El bajo crecimiento económico de Honduras en 2019 solo es una manifestación de lo mal que se ha manejado el Estado mismo, cuyas cifras oficiales hablan de pobreza, desigualdad, bajo crecimiento y poca atracción de inversión extranjera. Además, el país registra un bajo nivel de inversión pública, un gasto ineficiente que no produce un impacto positivo en el bienestar de los hondureños y un presupuesto general de la nación que supera el 40% del PIB. El conflicto político y social que vive día a día el hondureño, hace que exista una mala imagen en la calidad del país, lo que en su opinión genera al final una inseguridad jurídica que obliga al inversionista nacional y extranjero a invertir su capital en otros países. Según cifras oficiales, la inversión extranjera en Honduras es de 1,100 millones de dólares, mientras que la nacional ronda los 45,000 millones de lempiras (1,825 millones de dólares), pero esas cifras no se han movido en los últimos cinco años.Ismael Zepeda Galo es economista del Fosdeh.