Salvar a un accidentado le cuesta al Catarino Rivas más de L100,000

El Mario Catarino Rivas atiende a más de 30 pacientes diarios por siniestros viales; el 85% requiere tratamientos de alto costo. Muchos son motociclistas

Salvar a un accidentado le cuesta al Catarino Rivas más de L100,000
  • 19 de junio de 2025 a las 23:22 /
Factura millonaria

San Pedro Sula, Honduras.

La mañana del 13 de junio, Denis Omar Toledo y Enrrique Brizuela, dos amigos, salieron como de costumbre desde su casa en motocicleta hacia sus trabajos en Cucuyagua, Copán.

Eran jóvenes con rutinas y sueños, con el motor encendido y el día apenas empezando. Iban rumbo a cumplir sus responsabilidades, como tantos otros, pero aquella jornada se torció en segundos. Al llegar a una intersección, no hicieron el alto y el impacto fue inmediato, brutal.

Datos

- Las atenciones a accidentados absorben cerca del 60% del presupuesto del hospital, según su director Gabriel Paredes.

- Un total de 139 personas fallecieron, 332 fueron dadas de alta tras recuperarse por completo, 1,676 egresaron sin cambios en su condición y 8,649 pacientes salieron con signos de mejoría.

Un vehículo conducido por un profesional del derecho que circulaba con la vía preferencial los embistió sin margen para la reacción. Uno de ellos murió en el acto y el otro días después en el Hospital de Occidente de Santa Rosa de Copán.

El caso de Denis y Enrrique no es único, es apenas un espejo de lo que ocurre frecuentemente en las calles, avenidas y carreteras del país, en ciudades agitadas como San Pedro Sula o en municipios más tranquilos, donde los accidentes de tránsito siguen cobrando vidas de manera alarmante.

A diario, el Mario Rivas recibe una alta afluencia de pacientes trasladados en ambulancias, muchos de ellos víctimas de accidentes viales moderados y graves.

Impacto en salud

Cada día, las salas de emergencia del hospital Mario Catarino Rivas se llenan de gritos, sirenas y familias desesperadas. En promedio ingresan diariamente a este centro 30 pacientes por accidentes de tránsito, provenientes de diversos municipios y muchos de ellos con lesiones de moderadas a graves.

Este dato da una pauta de la alta presión sobre el sistema hospitalario público y sobre todo en áreas de trauma, cirugía y cuidados intermedios o intensivos. La mayoría de ingresados son víctimas de accidentes de tránsito, especialmente motociclistas, cuyo número continúa en aumento.

Más allá del drama humano hay otra herida que se abre, el golpe económico que significa para el sistema de salud. El 85% de los casos (moderados y graves) requieren cirugías, unidades de cuidados intensivos e intermedios y rehabilitación, lo que eleva sustancialmente el costo por paciente.

El área de emergencias del hospital trabaja a su máxima capacidad y en ocasiones, se ve saturada por la llegada continua de unidades de ambulancias.

De acuerdo con un análisis de LA PRENSA Premium a partir de un oficio proporcionado por el Catarino Rivas, en respuesta a la solicitud pública SOL-SDS-5111-2025, este desembolsa más de 200 millones de lempiras anuales en atender víctimas de accidentes viales.

Cada accidentado cuesta en promedio más de L100,000, lo que representa una carga sanitaria y presupuestaria altísima.

Estas conclusiones forman parte de una base de datos real que contabiliza 10,796 pacientes accidentados y atendidos en el Catarino Rivas durante los últimos cuatro años y medio.

A partir de esta cifra se clasificaron los casos según la gravedad médica y el tipo de tratamiento requerido, dividiéndolos en tres grandes grupos: accidentes leves, moderados y graves.

Esta clasificación se realizó con base en los protocolos médicos estándar y la descripción oficial que el mismo hospital, a través de su departamento de estadística, dio para cada tipo de caso a este medio de comunicación.

Por ejemplo, los accidentes leves incluyen heridas menores y observación por menos de 48 horas; los moderados requieren cirugías ortopédicas o tomografías; y los graves demandan ingresos a cuidados intensivos, neurocirugías o rehabilitaciones prolongadas.

Los costos de atención fueron obtenidos a partir de tarifas estimadas por el mismo hospital, sumando hospitalización, medicamentos, estudios de imagen y procedimientos quirúrgicos.

El costo promedio fue calculado considerando el gasto total estimado por tipo de paciente y el número de ellos en cada categoría: leves (15%), es decir, L5,000 en promedio por paciente; moderados (45%), es decir, L50,000 promedio por paciente; y graves (40%), aproximadamente L200,000 por paciente.

Al proyectar el gasto total por categoría se obtuvo un monto global superior a 1,100 millones de lempiras anuales, que representa el peso financiero de atender solo a víctimas de accidentes vehiculares.

Esto significa que cada accidentado costaría más de 100,000 lempiras, o en su defecto, más de 2.9 millones de lempiras al día destinados para estas atenciones en general, una carga económica que evidencia la magnitud del problema desde el punto de vista sanitario y presupuestario, cifras que se disparan especialmente en los casos moderados y graves.

La carga se vuelve crítica cuando se observa que alrededor del 85% de los casos atendidos requieren cirugías, internamientos prolongados, uso de tecnología médica avanzada o incluso unidades de cuidados intermedios e intensivos, todos tratamientos de alto costo en insumos, personal especializado y equipos.

Los datos así lo confirman, miles de personas llegaron accidentadas a este hospital en el período analizado entre los años 2020 y mediados de junio de 2025, dentro de las cuales 2,636 estuvieron internadass durante un solo día, más de 1,000 pasaron entre tres y seis días hospitalizadass y superior a 4,100 estuvieron entre dos y 10 días internadas, representando casi el 40% del total.

Por otro lado, los casos más críticos indican que 95 personas estuvieron más de 20 días y 16 pacientes permanecieron por encima de 50 días, incluso hubo casos de más de 100 días, evidenciando un verdadero colapso para cualquier sistema de salud.

De los 10,796 accidentados, el 75.8% fueron hombres y apenas el 24.2% mujeres, esta disparidad muestra que los hombres, especialmente jóvenes, han sido los más propensos a accidentes moderados y graves, muchos de ellos por conducir motocicleta sin casco, a exceso de velocidad o bajo influencia del alcohol.

Los datos dieron a conocer una concentración compleja de accidentes entre jóvenes y menores de edad entre 13 y 30 años, donde el número de más casos correspondía a niños de 15 años, con 904 ingresos hospitalarios registrados.

Le siguieron adolescentes de 14 años, con 246 casos; y jóvenes de 23 años, con 266 ingresos. Además, se contabilizó más de 870 casos combinados entre niños de siete a 10 años; y un grupo aún más amplio, de 1,750 jóvenes entre 18 y 25 años que fueron atendidos por traumas severos y fracturas.

Aunque San Pedro Sula lidera la lista con 2,903 casos, hay otros municipios que sorprenden por su alto número de accidentados enviados al Catarino.

Los pacientes provinieron de más de 150 municipios del país, desde zonas urbanas como Choloma, Cortés; El Progreso, Yoro; La Ceiba, Atlántida; o Villanueva, Cortés; hasta zonas lejanas como Roatán, Islas de la Bahía; Santa Rosa de Copán, Copán; Puerto Lempira, Gracias a Dios; Gracias, Lempira; Olanchito, Yoro; y Tocoa, Colón, lo que convierte al Catarino en el hospital de trauma de facto del norte y occidente del país.

Esta sobrecarga genera un círculo vicioso de saturación y pudiera llegar a provocar en cualquier momento un desgaste del personal, falta de camas, colapso en las salas de emergencia y escasez de insumos.

Aunque se consideran de poca gravedad, los accidentes leves representan una carga significativa para el sistema hospitalario. En el Catarino Rivas, los costos por atender a este tipo de pacientes están claramente clasificados según la condición del afectado y la magnitud de sus lesiones.

Una familia de tres miembros, incluyendo niño sin casco, se desplaza en una motocicleta sobre calles de San Pedro Sula. La imagen refleja la peligrosa normalización de prácticas que ponen en riesgo vidas inocentes.

Según el protocolo médico del centro, los accidentes leves incluyen lesiones superficiales, fracturas simples sin complicaciones y traumatismos menores que no comprometen órganos vitales. Estos pacientes suelen requerir curaciones, suturas, inmovilizaciones, medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, así como radiografías simples y observación hospitalaria por uno o dos días.

Pero aún con este perfil clínico, el costo total por paciente no es bajo, los costos estimados de hospitalización son de 1,500 a 3,000 lempiras por día, de uno a dos días; en medicamentos 500 a 1,500 lempiras; y por estudios imagenológicos o radiografías de 800 a 1,500 lempiras por día.

En conjunto, el gasto total por un solo accidentado leve puede ir desde los 3,000 hasta los 7,000 lempiras por día, dependiendo de la atención requerida. Si bien son montos más bajos que en los casos moderados o graves, la alta frecuencia de estos multiplica el impacto económico, convirtiéndose en una presión constante para el hospital y su presupuesto anual.

Los accidentes moderados son aquellos con fracturas múltiples, trastornos craneoencefálicos leves, heridas que requieren cirugía menor y lesiones abdominales sin compromiso vital. Entre los tratamientos comunes están cirugías ortopédicas, tomografías simples, hospitalización de tres a siete días, antibióticos intravenosos y terapia física inicial.

Las motocicletas siguen siendo los vehículos más vulnerables en las calles. Sin carrocería que los proteja, sus conductores y pasajeros reciben el impacto directo en cada accidente.

Solo la hospitalización ronda entre 3,000 a 5,000 lempiras por día, que pueden ser de tres a siete días; cirugía entre 15,000 a 30,000 lempiras; medicamentos entre 2,000 a 5,000 lempiras; estudios como TAC y ultrasonidos entre 3,000 a 6,000 lempiras. El total estimado por paciente es de 30,000 a 70,000 lempiras.

Los accidentes graves son aquellos como traumatismos craneoencefalicos, politraumatismos, fracturas múltiples complejas y lesiones de órganos internos que requieren cirugía mayor.

En cuanto a tratamientos usuales están: neurocirugías, cirugías abdominales de emergencia, unidad de cuidados intensivos, ventilación mecánica, múltiples estudios imagenológicos avanzados y terapias de rehabilitación prolongadas.

Los costos estimados a nivel de UCI son de 15,000 lempiras por día; cirugías mayores de 40,000 a 100,000 lempiras; en medicamentos de 5,000 a 15,000 lempiras; en estudios como TAC, resonancias y angiografías entre 10,000 a 25,000 lempiras; y la rehabilitación de 20,000 a 50,000 lempiras. El total estimado por paciente es de 100,000 a 300,000 lempiras o más.

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"Estos pacientes consumen muchos recursos del hospital": Lexys Meza, exjefe de emergencias

En el Catarino Rivas, la llegada de accidentados en motocicleta es una rutina tan constante como el cambio de turnos médicos, es literalmente “el pan nuestro de cada día”, así lo define Lexys Meza, exjefe de emergencias, quien ha mirado pasar a diario un desfile de fracturas, heridas abiertas y cuerpos magullados sobre el asfalto.

Durante los fines de semana el panorama se vuelve complicado, en esas fechas las salas de emergencia reciben un aluvión de pacientes con fracturas de huesos largos, especialmente en las piernas y lesiones que no se curan con una simple sutura, sino que requieren hospitalización prolongada, múltiples cirugías y rehabilitación, pasando a ser casos costosos y difíciles que ponen en riesgo la vida y saturan el sistema.

“El 80% de los pacientes que ingresan por trauma están involucrados en accidentes con motocicleta, algunos impactaron contra peatones, otros chocaron contra vehículos o entre ellos mismos”, relató el doctor Meza.

“No tienen protección, el golpe va directo a las piernas, muchos no usan casco, lo llevan mal colocado o es de baja calidad, a eso se suma el consumo de alcohol y la velocidad... una fórmula destructiva”, sostuvo.

El costo de atender a cada uno de estos pacientes es altísimo, absorben insumos ortopédicos, múltiples estudios de imagen, consumen el tiempo, energía y recursos de equipos médicos enteros.

“Cuando llegan demasiados al mismo tiempo nos limita, no tenemos suficientes quirófanos ni espacio y nos vemos obligados a dejar otros pacientes en espera o a programar cirugías para días posteriores”, lamentó.

Las paredes del Catarino han sido testigo de miles de casos dramáticos. Pese a la saturación, el personal médico continúa salvando vidas en condiciones críticas.

El jefe de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (Siat), Darwin Hernández, hizo un llamado urgente a la prudencia y responsabilidad de los conductores de motocicleta, al mencionar que este tipo de vehículo está involucrado en la mayoría de los accidentes de tránsito a nivel nacional.

“Lamentamos profundamente esta situación, la motocicleta es un vehículo liviano, por eso deben hacer fila y respetar los semáforos, no exceder la velocidad y dejar de rebasar temerariamente por la derecha o izquierda, eso está matando a nuestros motociclistas”, advirtió Hernández.

Según los registros de Siat, el 70% de los accidentes de tránsito a nivel nacional involucra una motocicleta y de cada cinco personas fallecidas en accidentes viales, al menos dos son conductores de motocicleta.

“Ellos son los más vulnerables, su única protección es el casco o su cuerpo. A veces suben hasta cuatro miembros de una familia sobre una moto que fue diseñada para dos personas”, agregó.

Aunque el número total de accidentes ha mostrado una leve disminución con relación al año anterior, la cifra de muertes sigue siendo alta, especialmente entre motociclistas. Las autoridades llamaron a la conciencia, al respeto por las normas y al uso adecuado de los equipos de protección personal.

Dolor y luto

Entre 2020 y mediados de junio de 2025 se registraron 5,073 accidentes de tránsito con participación de motociclistas en San Pedro Sula, según datos de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (Dnvt).

Las causas frecuentes de estos siniestros fueron el no respetar la señal de alto, la obstrucción de la vía pública, la omisión de prioridades viales por diseño y la falta de distancia de seguridad. Un total de 320 personas murieron, 1,618 resultaron heridas y 3,135 salieron ilesos.

Las principales víctimas de estos incidentes fueron motoristas, comerciantes, guardias de seguridad, mecánicos y repartidores. Sus historias se repiten entre las salas de emergencia de hospitales como el Mario Catarino Rivas, donde llegan con fracturas, traumas severos y, en muchos casos, con consecuencias irreversibles.

Este artículo fue revisado y aprobado por un editor con ayuda de un asistente de inteligencia artificial.

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Ariel Trigueros
Ariel Trigueros
jerson.trigueros@laprensa.hn

Reportero multimedia e investigador en LA PRENSA. Más de 10 años en medios. Licenciado en Periodismo (UNAH), máster en Comunicación (UEA) y docente universitario.