06/12/2025
11:44 PM

Un año

    Hace exactamente un año, Hamas, la organización palestina que gobierna la Franja de Gaza, lanzó un ataque sorpresivo a poblados fronterizos israelíes. Desde entonces, la respuesta israelita ha sido masiva, planificada a efecto de destruir desde sus cimientos hospitales, escuelas, mezquitas, viviendas, comercios en esa estrecha franja de tierra habitada por palestinos, sometidos diariamente a bombardeos de saturación que han causado la muerte, hasta ahora, de al menos 43,000 personas, más del doble de heridos, civiles en un 95%, incluyendo niños, mujeres, ancianos y empleados de agencias humanitarias de Naciones Unidas, en una guerra de aniquilamiento y destrucción masiva por parte del Gobierno israelita, condenada por la mayoría de la comunidad internacional como delito de genocidio.

    La infraestructura sanitaria es ya inexistente y se carece de medicamentos, alimentos, agua potable, energía, todo lo cual contribuye a la propagación de enfermedades contagiosas y desnutrición severa próxima a la inanición.

    Paralelamente, tropas hebreas atacan campos de refugiados palestinos en Cisjordania, destruyendo viviendas y campos agrícolas, expulsando a la población, destruyendo comercios y calles, con un objetivo común: impedir, por cualquier medio, militar y diplomático, en el marco de su expansionismo territorial, la creación de un Estado palestino, con Jerusalén oriental como su capital, en abierta oposición a lo decidido por la ONU en 1947: dividir a Palestina en dos Estados: uno judío y otro palestino. Por el contrario, Israel inició desde esa fecha el despojo de tierras palestinas para ampliar su extensión territorial a costa de sus vecinos. Tal política de fuerza ha continuado hasta el presente.

    Hoy, el conflicto se amplía con una nueva invasión a su vecino norteño, Líbano, la cuarta vez que violan la soberanía de este pequeño país, siendo las anteriores las ocurridas en 1978, 1982-2000, 2006, con similar saldo de muertes, destrucción, ocupación de territorios ajenos, sin descartarse que pretenda anexarlos, tal como ha hecho con las alturas del Golán, pertenecientes a Siria, la ribera occidental del Jordán y Jerusalén oriental, núcleos del futuro Estado independiente palestino, desde 1967 a la actualidad.

    Ataques y contraataques con Irán garantizan que el conflicto en el Medio Oriente, actualmente la región más volátil del mundo, se intensificará, con implicaciones imprevisibles para la paz regional, y global, actuando el gobierno del primer ministro israelí Netanyahu en absoluta impunidad, abastecido de armamentos de destrucción masiva por parte de Gobiernos aliados con su causa inhumana.