18/04/2024
01:53 AM

Río Blanco

    Esta colonia sampedrana, ubicada en el bulevar del Norte, experimenta un positivo crecimiento económico que incide directamente en los presupuestos familiares de microempresarios y microempresarias que con grandes sacrificios apuestan a ser propietarios de sus pequeños negocios , generando puestos de trabajo en circunstancias en que el desempleo abierto y disfrazado, crece aún más.

    El hecho que se construyeron retornos que ahora permiten el acceso a sus calles, ha incidido directamente en esta expansión, pero la misma requiere de asistencia edilicia en la agilización de permisos de apertura mercantil, abastecimiento de energía, telecomunicaciones, infraestructura, señalización de las intersecciones, vigilancia y protección policial.

    De nada servirá la apertura de negocios si sus propietarios están expuestos a la extorsión por parte de delincuentes, con las nefastas consecuencias resultantes.

    El sistema bancario, por su parte, debe ofrecer mayores facilidades crediticias, con tasas preferenciales de interés y con menor número de requisitos. De esta manera cumplen con su responsabilidad y proyección social.

    Los pobladores de Río Blanco están optimistas, al punto que han decidido reactivar su feria patronal, la cual había sido suspendida.

    Deseamos relacionar esta muy positiva y aleccionadora noticia con otra: la duplicación del monto que los coyotes cobran a nuestros compatriotas que desde San Pedro Sula optan por migrar hacia Estados Unidos, en un periplo cada vez más incierto y peligroso.

    Si hasta el 2016 se les exigía el pago de $6,500 para trasladarlos por vía terrestre a Guatemala, México y la Unión Americana, ese monto ha ido aumentando año con año, alcanzando en la actualidad $13,500 (más de L332,000 al cambio actual), sin que exista garantía que lograrán cruzar la extensa línea fronteriza, ya que se ha incrementado el número de accidentados y fallecidos, además de los detenidos y deportados por la Patrulla Fronteriza estadounidense.

    En vez de pagar sumas cuantiosas que han podido ser recolectadas con múltiples esfuerzos individuales y familiares --que incluyen la venta de vivienda o el préstamo usurario--, es mucho más seguro y rentable el emprender, aquí y ahora, en sus comunidades de origen, una microempresa, lo que significa una inversión antes que un gasto. En ese sentido, la experiencia de los habitantes de Río Blanco es aleccionadora y ejemplar para ser imitada por otras colonias y barrios de San Pedro Sula y de toda Honduras.