09/11/2024
12:49 PM

Represas y empleo

    Hay prioridades y prioridades cuya clasificación debiera estar alejada de ideologías e intereses partidistas para dar respuesta a necesidades, muchas de ellas de absoluta supervivencia y otras a mediano y largo plazo que afiancen la calidad de vida de los hondureños. Seguir con estudios justificados en asuntos dizque fundamentales para el cambio es entelequia, pues el hoy asfixia a muchas familias que apenas logran sobrevivir.

    Los teóricos señalan que es urgente y necesaria la transformación y modernización del sistema educativo y tienen razón, pero mientras se alcanzan logros en la educación para encauzar la actividad financiera, económica y comercial en el inmenso mundo de la tecnología con herramientas en todos los ámbitos de la actividad humana es necesario comer diariamente, atender los gastos en la educación, vivienda, ropa y atención a las demandas orgánicas y mentales de las personas.

    En estos días nos hemos referido a la urgente necesidad de generar condiciones favorables para la creación de empleo, pero en lo que va de esta administración más que crear oportunidades de trabajo se han destruido miles con cargo a la economía nacional, pero, sobre todo, a la economía familiar con la carencia de un ingreso quincenal y mensual estable y sostenido para hacer frente a los gastos de cada día.

    En la visión del Colegio Hondureño de Economistas dos temas resaltan como preferente, de prioridad acuciante también para la economía del país, cuyo mayor aportante es el fértil productivo valle de Sula muy elogiado, pero relegado en sus necesidades de supervivencia. Construcción de represas para mitigar los graves daños de las inundaciones, proporcionar fuentes de energía y ampliar las áreas agrícolas de riego. Del mucho hablar y elaborar estudios están repletas décadas de inutilidad transformada en tragedias cada vez más frecuentes.

    El hoy más urgente con menos palabras es “el plan nacional de empleo que no sea lo mismo de antes, excesivos incentivos fiscales...”. A la destrucción de oportunidades de empleo por causas externas, pandemia, guerra y la recesión o contracción en la economía mundial, hay que sumar acciones internas que eliminaron empleos y ahuyentan la inversión que exige visión clara, seguridad jurídica y confianza en el gobierno, cuya credibilidad está devaluada.

    En la antigüedad el lema “el trabajo todo lo vence” guiaba la creación y relación laboral de manera que los países con mayor estabilidad política y social son aquellos que han priorizado el empleo de manera que los individuos y familias tengan la seguridad de ingresos necesarios para una vida digna a lo cual contribuye el Estado también con políticas sociales. Empleo y represas. No es mucho pedir hoy, para ir viendo un amanecer claro que se nos niega.