23/04/2024
02:36 AM

Habidas y por haber

    Las emergencias e intervenciones son clara evidencia de fracaso, cuyo remedio de última hora no siempre logra los efectos trazados, pues la entereza de las primeras horas se va debilitando hasta caer en más de lo mismo o parecido. La debilidad del sistema penitenciario, el clima de inseguridad y las permanentes filtraciones han marcado por décadas su historia. La comunicación con el exterior ha sido por años pujante pese a la promesa de bloqueo.

    La intervención del centro penitenciario de Ilama, conocido como El Pozo, ha tenido un pero que seguramente habrá servido para la defensa de los reos. Ojalá que esos días hayan servido para ajustar bien la acción, apegada a los derechos humanos, pero con estricto e irrestricto cumplimiento de la ley, no sea que al final nos salgan con aquello de “pobrecitos”. Las víctimas son los muertos diarios, los familiares de los asesinados y la sociedad presa en un clima de violencia y temor.

    “Mano dura y orden” es la promesa para eliminar el cáncer que por décadas ha multiplicado el luto y el dolor de los hondureños. Falta llevarlo a la práctica, pues del dicho al hecho hay un gran trecho que se inicia en el renacer de la confianza de los hondureños con cada paso firme del plan trazado en el que no debe haber vista hacia atrás. Es el futuro lo que interesa a todos los hondureños de manera que los derechos de una minoría no prevalezcan sobre los derechos humanos de la colectividad.

    Demasiados parecen los objetivos pactados para completar el plan de intervención en los centros penales, pues si son necesarios debiera priorizarse en aquellos sobre los que se ha sostenido la delincuencia y criminalidad dentro de los muros. Sobre el desarme las autoridades han hecho hincapié, pero será como armar un rompecabezas, pues el anuncio ha dado tiempo para desaparecerla y poner cara de angelito cuando llegue la hora.

    La segunda prioridad es el bloqueo total de las comunicaciones que ojalá se logre esta vez, pues ya había sido ordenado, pero “neles pasteles”. “Hay un apagón total, no hay salida de ningún tipo de frecuencia. Están inhibidas todas las frecuencias habidas y por haber”, aseguró el titular de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, Conatel. Alto apuntó con aquello de “por haber”, pues la tecnología avanza que “es una barbaridad”.

    Y lo más importante, evaluación y supervisión permanente del personal, porque precisamente en las alturas es donde se inician los cauces para violar la ley y es ahí donde deben responder por las irregularidades, sinónimo de corrupción. Esta es la promesa de la comisionada Julissa Villanueva: “Vamos en búsqueda de corruptos que han permitido el ingreso de armas de fuego”.