Del 24 al 26 de noviembre del corriente año están programadas audiencias orales para analizar la solicitud de intervención presentada por Guatemala en la controversia de soberanía relativa a los cayos Zapotillos, en la sede de la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Holanda.
En entrevista concedida a este rotativo por Graco Pérez, experto en derecho internacional público y relaciones internacionales, quien enfáticamente declaró: “... En Cancillería no existe un equipo especializado” para hacer frente a esta disputa que involucra a tres naciones, incluida la nuestra y Belice.
Contamos con tres especialistas en Derecho del Mar, con estudios doctorales en el exterior: Roberto Herrera Cáceres, autor de varias obras acerca de su especialidad; Mario Carías Zapata, además de José Antonio Gutiérrez Navas.
Ninguno ha sido convocado para integrar la delegación hondureña en el diseño de las estrategias y fundamentos jurídicos, geográficos e históricos que respalden nuestra soberanía sobre tan estratégico archipiélago en la entrada del Golfo de Honduras. Aquellos compatriotas que contribuyeron con sus respectivos conocimientos en la defensa de la disputa territorial y marítima con la vecina república de El Salvador o bien ya fallecieron o se encuentran jubilados en razón de su avanzada edad.
Ellos, a la par de los expertos extranjeros contratados para tal fin, lograron, muy exitosamente, hacer valer nuestros argumentos ante el tribunal de la Corte Internacional de Justicia, culminando con el fallo emitido en 1992, tanto en los bolsones como en el Golfo de Fonseca, quedando así definida la más que centenaria disputa, que contribuyó a distanciar y enfrentar a dos pueblos hermanos.
Si no se logró la reincorporación de la isla de Meanguera, ello se debió a la negligencia de Gobiernos previos desde mediados del siglo XIX en adelante.
Actualmente, quienes nos representan en La Haya, pese a su disposición de colaborar en todo lo posible, no cuentan con el bagaje teórico ni con la experiencia práctica para hacer frente a las contrapartes. Suponemos que se han contratado a expertos foráneos que están preparando la posición hondureña, cada quien en su respectiva especialidad.
Caso contrario, debemos estar preparados para admitir que la batalla jurídica se perderá al no haber hecho acopio con la debida antelación de las pruebas vitales de ejercicio permanente de soberanía en cayos Zapotillos.
