25/04/2024
08:25 PM

El infierno

    El crecimiento de la ciudad y el ordenamiento urbano están directamente relacionados con el desarrollo y progreso para el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos. Las muestras son reales no montajes, así como el drama diario de miles de personas para asistir a sus trabajos en la mañana y regresar al hogar en la noche. Es innegable el retroceso propiciado por indecisiones o iniciativas tardías que al final casi resulta peor la medicina que la enfermedad.

    ¿Cuántos años hace que se vivió en San Pedro Sula la alegría de los denominados bulevares que durante años proporcionaron movilización segura y tranquila de la población? Habrá que echar la vista atrás en décadas, tiempo durante el cual la ciudad desbordó y el plan de desarrollo municipal quedó en numerosos sectores en veremos y en otras zonas con paliativos que apenas calmaron el dolor unas semanas porque después el problema se multiplicó.

    Los testimonios de motoristas y personas afectadas son más que evidentes, reforzadas con las gráficas que dicen, incluso más de lo que muestran. Y es un dolor diario sin necesidad de accidentes que inmovilicen la circulación dejando atrapados centenares de vehículos. Es lo que hemos venido generando en las últimas décadas con la miopía de las autoridades que, como en los bordos, removieron tierra, eliminaron medianas e hicieron corte de árboles dizque para mejorar la viabilidad.

    De momento, y a vuelo de pájaro, se habla de ampliar bulevares, construir puentes y ordenar los desvíos, pero ello no es más que ilusión en papel, porque todo va desembocando en las vías de acceso y salida de la ciudad. No se presentan trazados de vías alternas como aquella “histórica” que desde Chamelecón llegaría a Baracoa librando la ciudad del tráfico pesado proveniente y en dirección a Puerto Cortés.

    Pasó a mejor vida y los platos rotos los paga el segundo anillo de circunvalación en algún tiempo calificado de “solución”, pero hoy gran embudo con el agravante del tráfico pesado. Puentes y más puentes es la propuesta inmediata, pero ya es hora de hablar del tercer anillo de circunvalación y de la carretera ideada hace décadas, responsabilidad del Gobierno central, para librar San Pedro Sula.

    De momento son necesarios paliativos que ilusionen, pero algo hay que hacer mientras llegan soluciones. En pocos años las exigencias serán mayores y las necesidades mucho más si se deja para mañana lo de hoy. La modernización del transporte urbano con unidades nuevas, modalidad en el cobro, así como la fijación de rutas y paradas puede ser una solución a mediano plazo, pero hay que garantizar la seguridad y recobrar la confianza de los pasajeros.