Los ingresos personales y familiares se contraen debido al aumento en los precios de los alimentos, acción que parcialmente se justifica debido a la prolongada sequía que ha impactado en los cultivos, pero, los intermediarios aprovechan la coyuntura para especular con los precios, con ello incrementando los niveles inflacionarios.
Adicionalmente, deben tomarse en cuenta que hoy se cuenta con menor fuerza laboral en las zonas rurales. El campesinado joven opta por migrar en búsqueda de empleo agrícola en Estados Unidos, en donde esa extenuante labor de recolección de frutas y verduras no resulta atractiva para los nativos, tanto por los bajos salarios devengados como por las condiciones de vida existentes en las plantaciones.
También contribuyen a la baja en la producción alimentaria las invasiones y tomas de tierras de propiedad privada, incitadas por agitadores de oficio que prometen a los incautos se convertirán en propietarios de los fundos ocupados por la fuerza. Solamente si son desalojados por la fuerza pública, caen en cuenta que han sido engañados y manipulados. Cultivos comerciales como el café acusan descensos en los montos recolectados, tanto para abastecer al mercado interno como externo.
Así, las y los asalariados deben realizar milagros para poder subsistir cotidianamente, en medio de penurias y escalas salariales que no compensan el proceso inflacionario actual.
Y quienes se encuentran desempleados deben como alternativas bien ingresar al sector informal de la economía, cada vez mayor, visible en avenidas, calles, plazas de las que se adueñan, o bien marcharse al exterior, en periplos cada vez más riesgosos, que con las medidas cada vez más restrictivas por parte de los gobiernos estatales y el federal en Estados Unidos resultan en el cierre indefinido de las fronteras, incluso para quienes solicitan asilo.
Esa es la dramática realidad existencial para millones de compatriotas, mujeres, hombres, menores de edad.
El fenómeno de la juventud que ni trabaja ni estudia constituye un reflejo de lo que afirmamos.
La situación de estas personas se vuelve más compleja cada día, por lo que consideramos urgente que sea un tema prioritario en la agenda de trabajo de los funcionarios del actual gobierno, llamado a buscar y plantear soluciones a la problemática con el fin de generar los espacios de creación de empleo y salarios dignos con que sueñan un alto, muy alto, porcentaje de la gran masa laboral a nivel nacional.