Mañana domingo se celebra una fecha histórica relacionada con los derechos de la humanidad: libertad, igualdad y fraternidad, tres palabras en una frase histórica que resuenan universalmente hace 235 años, cuando en París, Francia, un martes 14 de julio de 1789 se logra el triunfo de la Revolución francesa, con la toma de la Bastilla. Es así que un 26 de agosto de ese mismo año se logra una de las más grandes conquistas de beneficio en común para la humanidad con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Así quedó plasmada en tinta revolucionaria y de puño firme de Maximiliano Robespierre parte de esa heroica hazaña de ese valiente pueblo “galo” que se sacudió de las injusticias y opresión de ese cruel y vil régimen totalitario, autoritario y absolutista del derrocado Luis XVI. Pero ¿cuántos Luis XVI siguen gobernando en el mundo en la actualidad del siglo XXI?
E imponiendo esas características señaladas de esos Gobiernos despóticos disfrazados de “democráticos” y escondidos en la actuales “monarquías” que mantienen encerrados a los pueblos en modernas “Bastillas”.
En el mundo hay tantos Gobiernos inspirados en la memoria del déspota Luis XVI, donde tratan a los pueblos como miserables, con esas “monarquías modernas”, donde abundan las guillotinas del siglo actual, que hacen “rodar las cabezas” de los campesinos y obreros con tantas explotaciones y privaciones de sus derechos.
Este año 2024 es una oportunidad para que el pueblo hondureño exija una “revolución” ética, moral y de transparencia al gobierno presidido por Xiomara Castro, conformado por los tres poderes del Estado, que jamás han logrado sus independencias, e igual a la empresa privada, que no cumple con los derechos de los trabajadores de libertad, igualdad y fraternidad en un país llamado Honduras.
