14/12/2025
12:24 AM

Las calificaciones del FMI

El FMI concluyó recientemente su primera visita de seguimiento al programa económico que se aprobó en diciembre del año pasado. Entendemos que con esta visita se inicia el proceso de revisión que implicará visitas semestrales para verificar el avance en las diferentes reformas estructurales prometidas.

Estas reformas implican, como lo indican los documentos oficiales, modificar de forma periódica las tarifas de la Enee, reducir la planilla de esa misma institución, el fortalecimiento del marco legal de los procesos de privatización y concesionamiento, introducir en el Congreso Nacional las reformas al IHSS, desarrollo de un plan para el rescate de Hondutel y fortalecimiento de la DEI. Entendemos también que la visita estuvo dirigida a verificar las metas cuantitativas relacionadas con la reducción del déficit fiscal, reducción de la deuda pública, aumento de las reservas internacionales y control de los agregados monetarios.

Finalizada la primera revisión que cubrió el desempeño del Gobierno y la economía hasta diciembre 2014, el FMI rápidamente se pronunció al respecto. De los mismos funcionarios se pudo escuchar verdaderos elogios. Con una sobredosis de optimismo y de incomprensión sobre la profundidad de los problemas hondureños, se habla, en el comunicado oficial del organismo, prácticamente de un viraje en la vida del país.

Para los funcionarios del organismo internacional el problema fiscal en Honduras ya ha retomado su camino hacia la estabilización; el desempeño macroeconómico excedió las expectativas y se está creciendo sólidamente al 3%. Asimismo atribuye la misión del Fondo el buen desempeño a que las reformas estructurales en Honduras ya están dando sus frutos.

A todos nos encantaría escuchar buenas noticias, ya que si estas realmente son genuinas, redundarían en beneficio de muchos hondureños. Sin embargo, es un hecho que todo está por hacerse. Sabemos además que detrás de la maquinaria oficialista hay una intención de crear imagen vendiendo solamente ilusiones.

La verdad es que nos encontramos sumidos en un verdadero problema, donde las crecientes necesidades de gasto e inversión pública chocan cada vez más frente a la falta de recursos públicos y una burocracia arrolladora que todo lo absorbe para sus intereses mezquinos de partido o de grupo.

En cuanto a las reformas estructurales todavía falta ver qué se hará para rescatar a la Enee a Hondutel, a los fondos de pensiones y modernizar la DEI.

Nos ubicamos en una senda de crecimiento frágil donde un par de inversiones multimillonarias son las que impulsan el crecimiento. El resto del potencial económico se encuentra subutilizado manifestándose con altísimas tasas de empleo y subempleo, con un alto porcentaje de empresas de autoempleo y de subsistencia marginalizadas por una política pública que atiende solamente a los más fuertes. Hoy en día sabemos además que crecer cuantitativamente ya no es suficiente ni mucho menos a una tasa del 3% anual.

Las felicitaciones del FMI solamente satisfacen al partido en el poder. Para la gran mayoría de los empresarios y profesionales la situación sigue complicada como para hablar de un cambio en la vida del país.