21/12/2025
08:40 AM

La Portuaria

Sobrarán quienes arguyan que los cambios suelen ser más lentos de lo esperado y presentan complejidades que obstaculicen el ágil y exitoso desarrollo de los planes elaborados. El enésimo ejemplo lo hallamos en la Empresa Nacional Portuaria en la que a la concesión hay que sumar la intervención en los asuntos aduaneros, rebosantes de corrupción, pero con corruptos al mínimo: dos personas.

Mientras tanto han comenzado a multiplicarse las quejas, las denuncias e incomodidades, pues las importaciones y exportaciones experimentan retrasos que se traducen en pérdidas reales para las empresas y daños en la economía nacional. Una vez, se combate la corrupción con mayor complejidad en las operaciones en vez de enfocar los esfuerzos y recursos para adecentar la administración pública en las personas responsables de dar servicio y en quienes los demandan.

“Tenemos un barco en la bahía esperando atracar. Lleva una semana y no hemos logrado espacio para que llegue al muelle y se haga la descarga. Las operaciones en la Portuaria son desastrosas, se corre el riesgo de no tener producto en el mercado”, dice uno de los distribuidores de petróleo.

Si hace unos días el debate se centraba en el incremento con la llegada de la empresa signataria de la concesión, Operadora Portuaria Centroamericana, en este momento el costo adicional se traducirá irremediablemente en un precio mayor en las importaciones y en el deterioro de la competitividad en las exportaciones. ¿Cuánto durará esta situación?

“Estimo que si con la llegada de la OPC teníamos el 100% de incremento, ahora con los costos adicionales por el retraso estamos pagando un 300% para sacar los contenedores de la Portuaria. Es un retroceso; el cambio de operador ha provocado un relajo”, apreciación de un importador.

El temor a la contratación de personal con escasa experiencia quedó desvanecido cuando a la convocatoria de la concesionaria respondió la mayoría de los 405 empleados que trabajaban en la terminal de carga general y contenedores, positivamente y firmaron contrato con la operadora. ¿Estará arriba la tranca?

La intervención de aduanas coincidió, fatalmente, con las primeras semanas de la nueva empresa, con lo que el fastidioso celo burocrático, incrementado con barreras y obstáculos para, supuestamente, combatir la evasión y defraudación fiscales, sin atacar de frente a los evasores, defraudadores y sus cómplices, lo complicó más.

Abundan los lamentos que se multiplicarán porque en la ausencia de planificación, están experimentando para poder hallar una solución. “No hay una coordinación para que los encargados de revisar estén en los patios”.

Escudarse en que es una situación compleja por lo recibido, es cerrar los ojos a un problema cuya solución era para ayer.