Pienso que la campaña de Marco Rubio, mucho antes de perder la Florida el pasado martes, había abandonado la Florida.
Para Marco Rubio no haber logrado conquistar el estado del que fue el Presidente de la Cámara y del que es Senador, es sumamente crítico. ¿Se confiaron en su campaña o hizo campaña en la Florida muy tarde?
O también podríamos decir que el Partido Republicano está en la peor crisis en la historia reciente, dividido.
O que el fenómeno Donald Trump es tan fuerte que acaparó nada más y nada menos que la Florida.
Un termómetro decisivo. Previo a la votación, el gobernador de la Florida, Rick Scott, le dio su respaldo al magnate. Tienen varias cosas en común.
Ambos son empresarios, ambos financiaron la campaña. Scott ha tratado de apoyar políticas fuertes contra los inmigrantes ilegales, Trump ha prometido que lo hará.
Ambos no quieren el Obamacare y dicen que la economía estaría mejor en manos de un empresario. Entonces, no es tan sorpresivo que Trump ganara la Florida, no solo porque lo indicaban las encuestas, sino porque la Florida votó por Rick Scott. Eso ha podido ser un gran indicativo para la campaña de Marco Rubio.
Los esfuerzos del equipo del Senador no se concentraron ni en los hispanos, ni en su estado. Bien vimos la modesta cantidad de gente que se presentó en sus eventos recientes. Muy diferente a cuando lanzó su campaña con bombos, platillos, comida y bebida en la Torre de la Libertad en el centro de la ciudad.
La buena noticia para el senador Marco Rubio es que es muy joven, y creo que dejó la puerta abierta para hacer campaña en el 2020.
Yo lo perfilé para la televisión en una ocasión y su profesor de baloncesto me contó de un parque en West Miami, que una vez siendo un niño le dijo que él sería Presidente de Estados Unidos, y que era un chico muy determinado.
La pregunta es cuánto le afectará, a nivel nacional, el bajo número de victorias de esta campaña en cuanto a estados conquistados.
O cuánto le afectó haberse puesto de tú a tú con el magnate Donald Trump e involucrarse en ataques tan personales.
De pronto, en cuatro años no habrá memoria, como suele pasar.
Volviendo al presente, hasta el máximo líder del Ejército estadounidense expresó durante la semana ante el senado de Estados Unidos que sería dañino para el país usar métodos de tortura o escrutinio de civiles como los que sugiere el candidato Donald Trump mientras hace campaña.
Y la ministra de Exteriores rusa aseguró que usar imágenes de Vladimir Putin en campañas publicitarias (como la de Trump) era empañar los problemas internacionales del día a día.
Putin ha dicho cosas buenas de Trump en el pasado, y viceversa.
Sin duda, en esta campaña política del 2016 hay preocupación en el Partido Republicano y, aunque haya pasado la Florida, la guerra política apenas empieza.
*Periodista radicada en Miami, especialista en temas hispanos y de EUA
