“La grandeza de una nación y su progreso moral puede ser juzgado por la forma en que sus animales son tratados”: Gandhi.
La etología es el estudio del comportamiento animal, esta tuvo su origen de estudios en psicología humana que fueron adaptados al concepto animal. Los estudios de la etología han dado importantes referencias que determinan que el comportamiento animal se debe en parte a la base genética; pero influye directamente del aprendizaje del animal y cómo se dé la crianza del animal en el desarrollo de su conducta.
Existen cuatro componentes importantes en la conducta animal, la parte genética, el medio ambiente, la parte hormonal y el sistema nervioso, y en todo está el dueño, que está permanente en todos los componentes. Si un cachorro es hiperactivo y el dueño es permisivo, él hará lo que quiera. Si hay un perro que explora poco y es retraído y el dueño es dominante, el perro se retrae más, pero si hay un perro hiperactivo y el dueño es bueno y pone sus límites, el perro será equilibrado y entenderá. Hay una etapa en la conducta animal, la neotenia, que es la socialización. Los perros juegan, molestan, comen y duermen, es aquí donde se necesita la estructura. Si se aplica la ley, debería ser al dueño del perro: estoy seguro de que los índices de ataques fueran menos.
Si lo más fácil es echar culpa a los perros, es el dueño que debe educar a su mascota. “Pues cada uno es responsable de su propia conducta”, Gálatas 6:5 NTV.
La conmiseración con los animales está íntimamente ligada con la bondad de carácter, de tal suerte que se puede afirmar seguro que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona. “Una compasión por todos los seres vivos es la prueba más firme y segura de la conducta moral”: Arthur Schopenhauer.
