Un caballero estaba atravesando las calles oscuras de cierta ciudad y vio que se le acercaba un hombre con un farol encendido en la mano. Cuando se acercó bastante, el caballero observó que el hombre llevaba los ojos cerrados. Pensativo, siguió adelante, pero sorprendido, se dijo: “Me parece que ese hombre está ciego”.
Entonces, regresó, alcanzó a la persona que llevaba el farol y le dijo: “Amigo, ¿es usted ciego?”. “Sí, señor”, contestó el interpelado. “Entonces, ¿para qué lleva usted esa luz?”. “Para que la gente no tropiece conmigo, señor”. Este relato posee varias lecciones que son dignas de ser mencionadas. Primero, a pesar de su ceguera, el hombre con el farol pensaba en el bienestar de los demás. Esto nos enseña que nuestras dificultades no deben impedirnos ser de bendición a los que nos rodean. Siempre existen maneras de servir, no importando nuestras limitaciones. Para el caballero, el farol del ciego era redundante. A veces, acciones o conocimientos que podrían parecer innecesarios, pueden llegar a ser de gran ayuda para quienes nos rodean. Por ejemplo, cederle el asiento a alguien o ser paciente con una persona inexperta podría parecernos un gesto pequeño e insignificante. Pero para la otra persona, ese acto de cortesía puede evitarle ansiedad, un accidente o simplemente puede mejorar su día. Tal vez decirle a alguien “cuenta conmigo” o “todo estará bien” podría sonar como poca cosa. Sin embargo, para una persona que está pasando por un momento difícil, esas palabras pueden ser justo lo que necesita para seguir adelante.
Muchas veces las personas van por la vida creyendo que no necesitan ayuda, pero en realidad dependemos de la ayuda de otros. Aceptar con humildad la guía y el apoyo de quienes nos rodean es una señal de que estamos creciendo en sabiduría.
Por último, así como el farol del ciego evitaba que otros tropezaran, nuestra vida puede ser luz para los demás, ayudándoles a reconocer sus puntos ciegos y evitándoles, así, que tropiecen en la vida tomando malas decisiones o perpetuando actitudes incorrectas.