Dos abogados egresados de la prestigiada Universidad Nacional Autónoma de Honduras, de la Facultad de Derecho, en la década de los años noventa, son los hermanos Juan Antonio Hernández Alvarado y Juan Orlando Hernández Alvarado, hoy prisioneros en distintas cárceles de Nueva York.
E igual dos exdiputados del Partido Nacional de Honduras, ciudadanos campesinos que dejaron sus “ombligos” enterrados en Gracias, Lempira, para venirse a la capital Tegucigalpa, donde triunfaron académica y políticamente.
Pues el hermano menor, Tony, llegó hasta el Congreso Nacional, y Juan Orlando se excedió, pues fue presidente del Poder Legislativo y torciendo la Constitución estuvo por dos períodos como mandatario del país.
Pero todos esos éxitos académicos y políticos de esos dos hermanos Hernández Alvarado quedaron en la historia, pues Tony, quien fue capturado por la autoridad estadounidense el 23 de noviembre de 2018 en el aeropuerto de Miami, Florida, mientras esperaba el vuelo 961 rumbo a Tegucigalpa, después de tres semanas de juicio, es condenado el 30 de marzo de 2021 a cadena perpetua y 30 años por delitos de narcotráfico por el juez estadounidense Kevin Castel. Paga esta pena en la prisión de Victorville, en Nueva York.
A estos dos distinguidos abogados y exitosos exfuncionarios gubernamentales, actualmente, solo se les conoce por narcotraficantes internacionales.
Su hermano mayor, Juan Orlando, quien se encuentra preso en el Centro Correccional Metropolitano de Brooklyn, en Nueva York, ha estado en el banquillo de los acusados desde el 18 de abril de 2023 y solamente queda esperar el veredicto final en voz alta por parte del juez Kevin Castel, donde se sabrá si a JOH le cae la misma pena de su hermano o una sentencia mayor para un expresidente de un país llamado Honduras.
