26/04/2024
04:30 PM

¿Desperdiciamos nuestro tiempo?

Mimí Nasthas de Panayotti

Perdemos el tiempo al entretenernos en cosas triviales, de valor equívoco, al odiar, al criticar, al no cumplir en el trabajo, al robar, al mentir, al divagar en quimeras, al enamorarnos de la cobija, al no luchar, al conformarnos con lo mediocre, al no servir, al envidiar, al ser egoístas, al ser impuntuales, al sentarnos a esperar la muerte. Todos deberíamos ser muy tacaños con el tiempo; deberíamos contar las horas como contamos el dinero y los artículos de valor; cada minuto debería ser atesorado, pues en ello se nos va la vida.

Hay que leer, amar, sonreír, sentirnos vivos, luchar, crear, trabajar, producir alegría, servir, agradecer a Dios y admirar las cosas bellas. Hay mucho por hacer, por eso resulta incomprensible que haya personas que pierdan el tiempo.

Es propicio, también, dar gracias a Dios por las alegrías, la salud, la paz, los amigos, el trabajo, las maravillas del universo, los adelantos benéficos de la ciencia y, aunque nos cueste mucho, dar gracias asimismo por el dolor y las dificultades encontradas en el camino, (por la situación política), pues todo eso nos hace crecer como personas.

Hay algo, además, que deberíamos tomar más seriamente: los millones de horas perdidas por la gente en el mundo entero. Se dice que cada ser humano se pasa la tercera parte de su vida durmiendo y un tiempo igual durmiendo despierto. Por eso creemos que la vida es corta. Porque, junto con la violencia, el mayor defecto del hombre es desperdiciar el tiempo.

Si a cada persona del mundo le pidiéramos un cuarto de hora de trabajo extra, tendríamos más de 300 años para terminar cualquier obra que hubiéramos comenzado. Hay una gran verdad: la mayoría de los proyectos no se llevan a cabo no por falta de recursos, sino por falta de decisión. ¡Cuántos cuartos de hora perdemos los humanos en tonterías! Valoremos el tiempo.

En los tres últimos años con los problemas del covid- 19 hemos tenido mucho tiempo para meditar y hacer cosas que no hubiéramos podido realizar en tiempos normales. Aprovechemos pues esta oportunidad para llevar a cabo aquellos proyectos que no pudimos llevar a cabo anteriormente... El tiempo perdido hasta los santos lo lloran...