Usted trabaja duro para vender. Atiende, entrega, cumple, pero al final del mes siente que todo empieza de nuevo. Muchos negocios viven atrapados en ese ciclo: venden, pero no retienen.
En San Pedro Sula, donde la competencia crece cada semana, el verdadero éxito no está en conseguir más clientes, sino en hacer que los que ya tiene se queden, recompren y lo recomienden. La mayoría de los microempresarios se obsesiona con atraer nuevos compradores, pero el cliente fiel es el que sostiene el negocio. Mantenerlo cuesta menos que conseguir uno nuevo y, sin embargo, muchos lo olvidan.
No hay seguimiento, ni mensajes ni agradecimiento. Cuando el cliente se va, también se va la oportunidad de construir reputación. El cambio empieza cuando usted entiende que la venta no termina con el pago. Escríbale al cliente después de la compra, pregúntele si todo funcionó bien. Ese pequeño gesto genera confianza, y la confianza genera retorno. Si vende comida, ofrezca una nueva combinación inspirada en lo que ya le gustó. Si brinda un servicio, actualice al cliente con mejoras o complementos que le simplifiquen la vida.
También puede aplicar la venta cruzada de forma creativa. No se trata de vender más, sino de hacer que la experiencia del cliente tenga sentido. Si tiene un taller de motos, venda cascos o guantes; si vende plantas, ofrezca macetas con su logo; si alquila equipo de sonido, incluya el servicio de instalación. Es más fácil que alguien que ya confía en usted le compre algo adicional a que un desconocido lo haga por primera vez. No olvide la fidelización.
No necesita una gran estructura para hacerlo: un mensaje personalizado, un descuento por recompra o una felicitación en fechas clave ya bastan para mantenerse presente en la mente del cliente. En los negocios locales, esos detalles valen más que cualquier anuncio.
Y si quiere dar un paso más, forme alianzas. Una panadería puede aliarse con una cafetería; un fotógrafo con una tienda de ropa. Cuando los emprendedores se complementan, todos ganan.
El secreto no está en vender más, sino en que lo prefieran siempre. En un mercado donde todos compiten por atención, el mejor negocio es el que sabe mantener relaciones. Haga que su cliente vuelva... y que traiga a otro.