24/11/2025
11:02 PM

Colapso de salud

El sistema nacional de salud se halla en una de las peores crisis de su historia, por un lado se encuentran desabastecidos todos los hospitales de la Secretaría de Salud, y por el otro lado el gobierno no ha demostrado ningún legítimo interés en resolver las condiciones del Instituto Hondureño de Seguridad Social.

En esta última institución se ha hecho un gran revuelo por la administración recién pasada en donde, al igual que en administraciones anteriores, campeaba la corrupción con aires de realeza por todas sus oficinas. Pero ahora toda la atención se ha desviado a los miembros de la junta directiva y al ex director que se ha convertido en un mago del escapismo, o en un elemento revelador de la incompetencia de las oficinas de investigación, porque no logran encontrarlo.

Claro que estamos de acuerdo en iniciar, por el lado que sea, una verdadera lucha contra esa depravación social que es el origen del mal funcionamiento de las instituciones y atraso de las naciones tercermundistas, la corrupción. Pero la lucha debe ser legítima, no mediática, y debe perseguirse a los grandes corruptos, a los que están detrás de la cortina de impunidad, a “los intocables”, no debe ser una red tan frágil que sólo tiene la capacidad de atrapar a las sardinas, tampoco puede ser un instrumento destinado a callar a contrincantes políticos.

Para que la corrupción actúe se debe contar con una gran cadena de ladrones que, aunque funciona como una pirámide, es un monstruo de incontables tentáculos que en su insaciable sed de poder y dinero lleva a la ruina a toda una nación.

Cuando la corrupción es demasiado grande, ya imposible de disimular, los deshonestos desvían la atención de los medios de comunicación ya sea destapando un nuevo escándalo en otro lado, o comprando su silencio. En una verdadera investigación, muchos nombres van a salir, como por coincidencia, implicados en la toma de decisiones en ambos entes, IHSS y la Secretaría de Salud.

En el caso del IHSS debe deducirse la responsabilidad a todos los involucrados en el descalabro financiero, no sólo señalarlo para justificar cambios radicales en la estructura organizativa, como ha sido el caso. Claro que deben hacerse innovaciones de tipo administrativo de acuerdo a las necesidades, pero como el papel aguanta con todo, ahora se quieren hacer cambios como queriendo señalar que con ellos ya no se volverán a ver actos deshonestos en ese instituto, algo que no es cierto porque lo que ha pasado en el IHSS no se debe a su estructura organizativa, si no a los delincuentes que el mismo gobierno ha nombrado como directores, de tal suerte que hasta los empleados más honestos deben callar por miedo a perder sus empleos.

Lo que ha ocurrido en el IHSS y la Secretaría de Salud es un crimen contra la nación caracterizado por su alevosía y premeditación, se trata de un despreciable acto inmoral e inhumano que ha colapsado todo el sistema nacional de salud con un saldo de miles de muertos, y que, como delito, no prescribe.