Aprendizajes de la Semana Morazánica

La iniciativa de unir los feriados de octubre en la primera semana de este mes -una decisión muy controvertida en su momento- tenía como finalidad promover el turismo interno.

  • 05 de octubre de 2025 a las 23:00 -

las columnas de LP

Se acabó la Semana Morazánica y dejó algunas lecciones que es muy importante revisar para mejorar, ya que si no lo hacemos, corremos el riesgo de repetir errores.

La iniciativa de unir los feriados de octubre en la primera semana de este mes -una decisión muy controvertida en su momento- tenía como finalidad promover el turismo interno.

Para aprovechar el derrame económico de la actividad turística es indispensable crear estrategias de país, que contemplen aspectos tan vitales para este rubro, como infraestructura y seguridad, además de un plan de mercadeo interno que debería estar ligado a una gran estrategia de comunicación sobre el país.

En esta ocasión, las noticias nos contaron de la cantidad de hondureños que decidieron pasar su Semana Morazánica en El Salvador. En este feriado, a diario más de siete mil hondureños cruzaron la frontera El Amatillo hacia el vecino país, duplicando el registro del año pasado, de acuerdo con autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM).

¿Qué está haciendo bien El Salvador como destino turístico? Su estrategia de país es clave, especialmente en seguridad, así como en innovación.

El Salvador ha reinventado su oferta turística, con una combinación de sol y playa, naturaleza, deportes extremos, gastronomía, cultura y modernidad.

Al menos desde afuera lo que se observa es que han comprendido bien el rol que corresponde a cada sector. Por una parte, el Gobierno cumpliendo su papel en seguridad, infraestructura y estrategia de país; por otra, el sector privado, haciendo lo propio con inversión, convirtiendo los recursos turísticos en productos e interpretando correctamente las señales del mercado. Sin duda, una combinación ganadora.

En Honduras tenemos recursos turísticos impresionantes, pero muchos aún no logran convertirse en productos. Y aquellos destinos que sí han logrado posicionarse en el mercado especialmente internacional están fuera del alcance para muchos hondureños.

Nuestra red de carreteras aún está lejos de ser lo que debería. Sí, hay inversión y avances en algunas de ellas, pero no ha sido suficiente y tampoco con la celeridad necesaria para aprovechar esos momentos clave de la vida del país y el turismo interno.

Hay muchos ejemplos de los tramos complejos que hay que asumir por carretera, aquí hay algunos: la construcción del puente en Villanueva, en el que la seguridad es escasa; la salida de El Progreso a Tela; el tramo final de la carretera a Copán Ruinas, y habrá muchas más.

La importancia de articular acciones entre el Estado y la empresa privada radica allí, en que podamos avanzar, cada uno desde su propia perspectiva, pero todos siendo parte de una misma Honduras.

Se trata no solamente de brindar la oportunidad de recreación a los ciudadanos, un derecho humano no siempre reconocido, sino también de contribuir al desarrollo del país. Hemos recibido la lección, ojalá pasemos a la acción.

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