"Daba peluches a sus pacientitos": Así recuerdan a la doctora nicaragüense Helen Garay
La doctora Helen Garay, única anestesióloga especialista en cardiopatías congénitas de Nicaragua, fue hallada muerta en un congelador de una tienda en Miami, dejando a cientos de niños y familias sin su atención
- Actualizado: 17 de diciembre de 2025 a las 12:04 -
La muerte de la doctora Helen Massiell Garay Sánchez en una tienda de Miami dejó muchas dudas y conmoción, mientras las autoridades estadounidenses trabajan para esclarecer las circunstancias del caso. Así era ella.
El domingo 14 de diciembre, empleados de la tienda Dollar Tree alertaron a la Policía tras encontrar el cuerpo de Helen dentro de un congelador.
La noticia sacudió no solo a la comunidad de Miami, sino también a Nicaragua, donde familiares, colegas y pacientes reaccionaron con dolor y sorpresa ante la repentina pérdida de una profesional altamente especializada.
Helen se desempeñaba como doctora en anestesia y trabajaba en el Hospital Infantil Manuel de Jesús Rivera, en Managua. Su nombre era ampliamente conocido en el ámbito médico pediátrico por su formación poco común y su vocación con los niños.
"Helen era la ÚNICA anestesióloga especialista en Cardiopatías Congénitas de Nicaragua. LA ÚNICA, nadie más en este país tiene esa especialidad y yo siempre me voy a llenar de orgullo diciendo eso", escribió en redes sociales Andrea Tamara, amiga cercana de la doctora.
En octubre de 2023, Garay viajó a Guatemala para realizar pasantías médicas, donde descubrió su vocación por el tratamiento de cardiopatías congénitas. Permaneció allí cerca de un año, lejos de sus dos hijos y su esposo, a quienes veía cada tres meses.
A su regreso a Nicaragua, se convirtió en la única especialista en su área, un logro que la posicionó como referente nacional y símbolo de esperanza para decenas de familias que dependían de su labor.
Su ausencia deja un vacío profundo en el sistema de salud nicaragüense, especialmente en la atención de niños con malformaciones cardíacas, un área donde su trabajo fue clave para reducir índices de mortalidad infantil.
Familiares y allegados coinciden en que, más allá de su preparación académica, Helen se distinguía por su trato humano con los pacientes y sus familias. "Ella les daba peluches a sus pacientitos", relató un familiar, al recordar la forma en que buscaba aliviar el miedo de los niños antes de los procedimientos.
"Siempre daba ánimos a los familiares, les explicaba todo con paciencia y cariño", recuerdan personas que trabajaron con ella en el hospital, donde su presencia era sinónimo de confianza y profesionalismo.
Tras conocerse su fallecimiento, familiares y amigos iniciaron una campaña de recaudación de fondos a través de GoFundMe para cubrir los gastos de repatriación del cuerpo y darle sepultura en su tierra natal, El Viejo, Chinandega.
Hoy, mientras las autoridades continúan investigando su muerte, Nicaragua enfrenta no solo la pérdida de una joven doctora, sino también la incertidumbre de quién atenderá ahora a los niños que quedaron sin la especialista que, con ciencia y ternura, les devolvía esperanza.