El aguinaldo es un derecho de los trabajadores y derroche tradicional que cumple 39 años desde que en el gobierno liberal del presidente de la república, Roberto Suazo Córdova, fuera aprobado el 28 de octubre de 1982 y puesto en vigencia el 1 de noviembre de ese mismo año.
Dejando la historia y analizando la realidad actual de este 2021, sabemos que la crisis económica es latente como efecto de la pandemia del coronavirus y de las tormentas Eta y Iota en la zona norte.
Motivo para hacer el llamado a la población que recibe este ingreso extra, producto de su trabajo anual, para que lo sepan invertir en productos de primera necesidad y que haya una digna canasta básica familiar en esta Navidad.
Gastar lo necesario, pagar deudas y ahorrar lo que se pueda en el mejor mes de diciembre, pues el próximo enero es el más crítico de todo el año.
Hacerles conciencia a los niños a través de los padres de familia que San Nicolás en esta Navidad no podrá visitar algunos hogares hondureños, pues al 60% nunca ha llegado.
Y los más lamentable y penoso el consumo de bebidas alcohólicas y la “primitiva” cultura de la quema de pólvora que convierte a esta fiesta tan especial en una verdadera “amarga Navidad” que queman el verdadero sentido del espíritu navideño, pérdidas de vidas y partes de sus cuerpos, especialmente manos y dedos, donde las víctimas en su mayoría son menores de edad por tan mal hábito que los mismos padres de familia se lo heredan.
Honduras tiene una población de 9.7 millones de habitantes con el 80% de religión cristiana y es una ofensa para el nacimiento del Salvador del mundo celebrarlo como “pirómanos” y no como cristianos en un país llamado Honduras.
