En una reciente entrevista brindada a un canal de televisión, Pepe Lobo Sosa, expresidente de la república, advirtió que el Partido Nacional, lo mismo que el pueblo hondureño, no permitirán el continuismo o la reelección de Juan Orlando Hernández, a quien citó por su nombre y apellido, y por sus iniciales, para que no hubiere ninguna duda de su imputación y malestar, adelantando que él jamás votaría por el actual jefe de gobierno en su afán de perpetuarse en el poder, como lo han hecho Nicolás Maduro, Daniel Ortega y otros dictadorzuelos que sería prolijo enumerar.
En relación con este tema, ya han corrido en el pasado ríos de tinta en los diarios del país, dando a conocer los diferentes puntos de vista, más que todo legales, que se oponen a la reelección, como los referidos por la Constitución, que enuncia la alternabilidad obligatoria en la Presidencia de la nación, so pena del delito de traición a la patria, extensivo al que quebrantare esta disposición o a los que propongan su reforma, así como aquellos que la apoyen directa o indirectamente.
Nuestra ley fundamental va más allá. Se adelanta a los que se les quema la miel por reelegirse indefinidamente estableciendo la irreformabilidad absoluta de estas garantías, lo que ya ha sido objeto de una torcida interpretación ad-hoc por la Sala de lo Constitucional, que adolece del vicio de inconstitucionalidad de fondo y de contenido por haber quebrantado con esa sentencia los principios fundamentales de la ley suprema del Estado hondureño, infracción que el Código Penal sanciona con una pena de quince a veinte años de prisión.
Don Pepe exige en su comparendo ante los medios que los candidatos a la Presidencia deben ser electos mediante una elección interna de cada uno de los partidos políticos y ser escogidos por el electorado, no impuestos, como él lo vislumbra que sucederá en el 2020 siguiendo la línea política del actual mandatario, que se aferra al poder. Ofreciendo acompañar al candidato que se ciña a las disposiciones legales reseñadas y a promover un movimiento para que sean respetadas.
Ya antes el expresidente Lobo, cuando corrió como candidato presidencial, tuvo esta misma posición, oponiéndose a las intenciones de José Manuel Zelaya, que se quiso reelegir mediante un artilugio que llamó cuarta urna, un mamotreto ilegal que de haberse realizado hubiera atentado contra los altos intereses de los hondureños y de nuestro país. Pretensión que ahora se quiere desenterrar, como lo ha referido el indicado entrevistado, asegurando contundentemente que su partido no lo permitirá, en una clara advertencia para el actual mandatario.
