El 20 noviembre se celebra el Día Universal del Niño y la Niña, que cada año recuerda la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989. Honduras ratificó la CDN al año siguiente, el 24 de julio de 1990.
Los 54 artículos que componen la Convención recogen los principales derechos económicos, sociales, culturales y civiles de los niños, niñas y adolescentes. Reconocen y protegen también los principios fundamentales a la participación y a que su opinión sea tomada en cuenta, al desarrollo armónico y a su supervivencia, a la no discriminación y la igualdad, a su progresiva autonomía para ejercer de sus derechos y al interés superior de la niñez para que todas las decisiones del Estado y la sociedad prioricen la protección de sus derechos.
La aplicación de la CDN es obligatoria para todos los Estados que la han ratificado, pero también define las obligaciones y responsabilidades de la familia y la sociedad, como sus padres y madres, los profesores, los servidores públicos, los profesionales de la salud, entre muchos otros, para que las niñas y niños puedan ejercer sus derechos.
En el caso de Honduras, la Constitución Política establece que los tratados internacionales que ha ratificado el Estado, como la CDN, son parte del derecho interno y por lo tanto son normas legales que todo funcionario está obligado a cumplir y hacer valer para proteger a los niños y adolescentes del país.
La CDN es el tratado internacional más ratificado de la historia. Los 196 países que la han aceptado tienen que rendir cuentas sobre su cumplimiento al Comité de los Derechos del Niño, formado por expertos en derechos de la infancia procedentes de diferentes países.
Desde que existe la CDN, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) tiene el mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas de promover la protección de los derechos de la niñez en todo el mundo. Unicef trabaja en más 190 países y territorios junto con los Gobiernos, el sector privado y la sociedad para impulsar el cumplimiento de los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes. Unicef viene trabajando desde el año 1956 en Honduras con base en lo expresado en la Convención y los Programas de País que se acuerdan con el Gobierno nacional, transformando el compromiso en acciones que contribuyen a la protección y el fortalecimiento de los derechos de la niñez y la adolescencia.
Los inicios de la Convención sobre los Derechos del Niño. En 1959, la Organización Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, que incluía 10 principios, pero no era un instrumento suficiente para proteger los derechos de la infancia porque legalmente esta Declaración no tenía carácter obligatorio. Fue hasta 1978 que el Gobierno de Polonia presentó a las Naciones Unidas la versión preliminar de la Convención sobre los Derechos del Niño. Tras 10 años de negociaciones y aportaciones de Gobiernos de todo el mundo, líderes religiosos, organizaciones civiles y otras instituciones se logró aprobar el texto final de la Convención sobre los Derechos del Niño el 20 de noviembre de 1989, cuyo cumplimiento sería obligatorio para todos los países que la ratificasen.
La Convención sobre los Derechos del Niño se convirtió en ley en 1990, después de ser firmada y aceptada por 20 países. Honduras figura entre estos primeros 20 primeros Estados en hacer suya la Convención sobre los Derechos del Niño.
En este mes en que se conmemoran 35 años de la creación de la CDN sigue siendo necesario que nuestro país siga reivindicando, con mayor esfuerzo, el derecho de todas las niñas, niños y adolescentes de vivir felices, seguros, iguales y con oportunidades para su desarrollo.
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