¿Qué intentan construir realmente las empresas de inteligencia artificial?

OpenAI, Microsoft, Google y otras firmas del sector apuestan por una carrera tecnológica sin precedentes.

  • 12 de octubre de 2025 a las 14:29 -
The New York Times

Por: Cade Metz y Karen Weise/The New York Times

SAN FRANCISCO, California — Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, no rehúye revelar cuánto planea invertir su empresa en su intento por desarrollar inteligencia artificial.

“Es de esperar que OpenAI gaste millones de millones de dólares en cosas como la construcción de centros de datos en un futuro no muy lejano”, declaró recientemente Altman, refiriéndose a las enormes instalaciones computacionales que impulsan las tecnologías de IA de la compañía.

“Es de esperar que un grupo de economistas se retuerza las manos y diga: ‘Esto es una locura. Es tan temerario’ o algo así. Y nosotros simplemente diremos: ‘¿Saben qué? Déjennos hacer lo nuestro’”.

Y ¿qué es exactamente ‘lo nuestro’? Mientras la industria tecnológica gasta y gasta, convirtiendo tierras agrícolas en centros de datos y a investigadores de IA en algunos de los trabajadores mejor pagados de Estados Unidos, ha batallado para explicar lo que está construyendo.

¿Está construyendo un sistema de IA tan inteligente como los humanos? ¿Una máquina tipo dios que cambiará el mundo si no destruye primero a la humanidad?

Este es un resumen de las visiones de la IA en la industria, desde lo factible hasta lo fantástico.

Un mejor motor de búsqueda

El motor de búsqueda de Google es el negocio más rentable de la industria tecnológica. Si las empresas pudieran brindar una mejor forma de buscar información, podrían captar un mercado de miles de millones de personas.

Los chatbots funcionan de forma muy similar a un motor de búsqueda, salvo que generan respuestas de texto en lugar de una lista de ligas. Puede ser una forma más rápida, sencilla e intuitiva de responder preguntas, aunque los chatbots a menudo se equivocan e incluso inventan información.

Cientos de millones de personas utilizan chatbots para recopilar información. Cada mes, más de 700 millones utilizan ChatGPT.

Pero ver ganancias es un reto. Operar un chatbot es significativamente más caro que administrar un sitio web convencional. Y la tecnología no se presta necesariamente a la forma comprobada de generar ingresos en un motor de búsqueda: la publicidad digital.

Un empleado de oficina

La tecnología que impulsa ChatGPT puede ayudar a las personas a realizar su trabajo. La IA puede generar programas computacionales, resumir documentos y juntas, redactar correos electrónicos y utilizar hojas de cálculo y demás software.

Empresas como Microsoft y OpenAI están obteniendo importantes ingresos vía la venta de sistemas de IA que pueden generar programas computacionales.

Amazon, Google, Meta, Microsoft y OpenAI planean invertir más de 325 mil millones de dólares en centros de datos este año. Con el tiempo, alrededor del 10 por ciento de la infraestructura se empleará para desarrollar tecnologías de IA, mientras que entre el 80 y el 90 por ciento se usará para llevar estas tecnologías a los clientes, dijo Andy Jassy, director ejecutivo de Amazon.

Sin embargo, aún no se han producido implementaciones masivas de estas tecnologías de IA en la economía estadounidense.

“El castillo de naipes se va a derrumbar”, dijo Sasha Luccioni, investigadora en la startup de inteligencia artificial Hugging Face. “El dinero que se gasta no es proporcional al que entra”.

Un asistente de todo

Las empresas tecnológicas también están incorporando tecnología tipo chatbot a una amplia gama de productos y servicios de consumo. La IA, afirman, funcionará como un asistente digital que aparece donde es necesario.

¿Por qué hacen esto las empresas? Si usas un asistente digital, la empresa que lo crea tiene más formas de captar tu atención y, en última instancia, venderte productos.

Meta está incorporando esta tecnología a sus lentes inteligentes, permitiendo a las personas identificar puntos de referencia y traducir señales de tráfico. Amazon también ha reiniciado su asistente de voz Alexa con nueva tecnología de IA.

Amigos virtuales

Meta y diversas startups, como Character.AI y xAI de Elon Musk, están empezando a ofrecer bots de IA que pueden interactuar con personas en redes sociales, similar a como las personas interactúan con sus amigos.

“La persona promedio desea más conectividad, conexión, de la que tiene”, declaró Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, en una reciente entrevista de podcast.

Musk ofrece sus bots vía un servicio de suscripción que cuesta 300 dólares al mes. Meta también podría cobrar una tarifa de suscripción por amigos virtuales, aunque desde hace tiempo ha preferido aumentar sus ingresos publicitarios manteniendo a los usuarios en sitios como Facebook, Instagram y WhatsApp.

Pero la compañía en forma de IA está empezando a recibir fuertes críticas. Estas tecnologías pueden alejar a las personas de las relaciones humanas y empujarlas hacia comportamientos alarmantemente ilusorios.

Algunos observadores comparan lo que hacen los ejecutivos tecnológicos con mover piezas en un tablero de juego —intentando ganarles a sus rivales con la próxima gran tecnología.

“Tanto poder reside en tan pocas personas y están jugando una partida de ajedrez que tiene implicaciones para todos nosotros”, afirmó David Cahn, socio en Sequoia, firma de capital de riesgo de Silicon Valley.

Avances científicos

Dario Amodei, director ejecutivo de Anthropic, uno de los principales rivales de OpenAI, cree que en tan sólo unos años —quizás incluso el próximo— la inteligencia artificial será como tener un “país de genios en un centro de datos” que puedan trabajar juntos para resolver los mayores problemas científicos de la sociedad.

En un ensayo el año pasado, Amodei afirmó que la IA podría con el tiempo curar el cáncer, acabar con la pobreza y traer la paz mundial. Predijo que, en una década, la IA duplicaría la esperanza de vida de una persona promedio a 150 años.

No está claro cómo se desarrollarán estas tecnologías —o si siquiera son posibles.

Pero se han logrado algunos éxitos. AlphaFold, un sistema desarrollado por Google que puede ayudar a acelerar el descubrimiento de fármacos, ganó recientemente el Premio Nobel de Química.

Superinteligencia

Ejecutivos como Zuckerberg y Demis Hassabis, director del laboratorio de investigación DeepMind de Google, afirman que sus empresas buscan desarrollar inteligencia artificial general, o IAG, abreviatura de una máquina capaz de igualar las capacidades del cerebro humano, o una tecnología aún más poderosa llamada superinteligencia.

Pero una máquina que realmente iguale las capacidades del cerebro humano está a años de distancia, quizás décadas o incluso más.

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Nadie ha explicado cómo las empresas obtendrán ganancias de este tipo de tecnología. A medida que las empresas tecnológicas invierten cientos de miles de millones en nuevos centros de datos, están dando un salto de fe.

Altman afirmó que, mientras él y sus rivales persiguen estos ambiciosos objetivos, algunos inversionistas podrían estar invirtiendo demasiado.

“Algunos de nuestros competidores fracasarán y otros tendrán un éxito rotundo, y así es como funciona el capitalismo”, declaró Altman. “Sí sospecho que alguien va a perder una cantidad fenomenal de dinero”.

©The New York Times Company 2025

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Staff NYTimes
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