Disminuyen las posibilidades de encontrar vida en un planeta lejano

Los científicos que usan el Telescopio Espacial James Webb para examinar el planeta Trappist-1 d no descubrieron indicios de vida.

  • 26 de agosto de 2025 a las 14:10 -
The New York Times

Por: Jacey Fortin/The New York Times

En la búsqueda de señales de vida en lo que parecía un pequeño y prometedor exoplaneta, las esperanzas de los astrónomos se han desvanecido.

Los seres vivos, como los entendemos, parecen prosperar en una atmósfera como la de la Tierra. Sin embargo, los científicos que han utilizado el Telescopio Espacial James Webb para examinar el planeta conocido como Trappist-1 d no han encontrado indicios de una atmósfera similar a la terrestre, de acuerdo con un estudio publicado en The Astrophysical Journal.

Los exoplanetas giran alrededor de estrellas distintas a nuestro Sol. Y el exoplaneta en cuestión es el tercero de los siete que orbitan Trappist-1, una estrella a unos 40 años luz de nuestra ubicación en la Vía Láctea. Es una enana roja, llamada así porque este tipo de estrella emite luz rojiza y tiende a ser pequeña.

En la búsqueda de vida en otras partes de la galaxia, el descubrimiento del sistema planetario Trappist-1 fue importante. En el 2017, los investigadores anunciaron que los siete planetas que lo componen parecían tener potencial para albergar seres vivos. Sin embargo, desde entonces, los astrónomos no han detectado atmósferas habitables en los dos planetas más interiores. Los demás aún están siendo examinados.

La estrella Trappist-1, que recibió su nombre por un telescopio en el desierto de Atacama, Chile, es apenas un poco más grande que Júpiter. Las enanas rojas son las estrellas más comunes en nuestra galaxia, pero esta estrella en particular y sus planetas son un poco más fáciles de estudiar que otros sistemas planetarios conocidos. El sistema está relativamente cerca de la Tierra, y los siete planetas siguen una órbita estrecha y rápida.

Esto los convierte en buenos candidatos para un método de observación llamado espectroscopia de transmisión. Cuando la luz de una estrella brilla a través de la atmósfera de un planeta en su camino al telescopio Webb, los científicos pueden encontrar pistas sobre la composición química de esa atmósfera al determinar las longitudes de onda de la luz que absorbió.

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El tercer mundo de la estrella Trappist-1, un planeta rocoso, parecía prometedor, dijo Caroline Piaulet-Ghorayeb, investigadora postdoctoral en la Universidad de Chicago y autora principal del estudio. Pero la luz que pasó por el exoplaneta antes de llegar al telescopio Webb no parecía haber sido filtrada a través de los tipos de moléculas atmosféricas que son esenciales para la vida en la Tierra, como agua o dióxido de carbono.

La investigación de Piaulet-Ghorayeb y su equipo no descartó por completo la posibilidad de una atmósfera habitable allí, afirmó. Sin embargo, sí sugirió que las enanas rojas frías —o, al menos, esta enana roja fría— podrían ser demasiado volátiles para sustentar vida.

“Si checamos, a veces nos decepcionamos”, dijo Jacob Bean, astrónomo de la Universidad de Chicago. “Pero si no hubiéramos checado, no sabríamos. Y siempre es mejor saber”.

©The New York Times Company 2025

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Staff NYTimes
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