El grupo criminal Zetas, considerado el más sanguinario de México, es el presunto autor del incendio del Casino Royale en la ciudad de Monterrey, donde murieron 52 personas y una decena más resultó herida, revelaron ayer las autoridades tras anunciar la captura de cinco sospechosos de esa organización.
Las primeras investigaciones apuntan a que ese grupo criminal pretendía extorsionar a los propietarios del casino y que los clientes del local no eran el objetivo principal de la banda, pero las cosas “se salieron de las manos”, lo que resultó en una de las peores masacres en la historia de México.
Los Zetas es un grupo que nació como brazo armado del cartel de las drogas del Golfo, pero en marzo de 2010 rompió con esa organización y desde entonces ha protagonizado algunas de las escenas de violencia más crudas registradas en el país, como parte de su lucha por ganar el control de nuevos territorios. El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, estado del que Monterrey es capital, señaló que los cinco delincuentes confesaron su participación en la masacre, y que algunos de ellos, incluso, aparecen en las imágenes captadas por una cámara de seguridad.
Los detenidos fueron identificados como Luis Carlos Carrasco Espinoza, alias el “Chihuas”, de 25 años, originario del estado de Chihuahua; Javier Alonso Martínez Morales, el “Capo”, de 37 años; Jonathan Jahír Reyna Gutiérrez, de 18; Juan Ángel Leal Flores, alias el “Casillas” o el “Cash”, de 20 y Julio Tadeo Berrones Ramírez, “Julio Rayas”, de 28 años, todos de Monterrey.
“El atentado no iba dirigido a las personas en primera instancia, iba dirigido al casino”, presuntamente “por algún incumplimiento, algún cobro o extorsión que quería llevar a cabo esta organización criminal (los Zetas)”, sostuvo el mandatario local. Las autoridades han revisado los videos de seguridad del casino con los delincuentes detenidos, y estos han detallado la participación de otras personas y de otros vehículos que los investigadores no tenían registrados, así como de algunos individuos que sirvieron como “halcones” (informantes para el crimen organizado).
Al momento de llevar a cabo el incendio, a los delincuentes “seguramente se les pudo haber salido de control (el fuego) o hubo un comportamiento errático y a todas luces criminal, delictivo y atroz”, manifestó Medina.
Evidencias
El gobernador presentó, además, una serie de videos en los que se ve a los autores del incendio en una estación de gasolina cargando unos recipientes con el combustible que emplearon para incendiar el casino, y otras imágenes de Tránsito con los automóviles de los delincuentes llegando al lugar del ataque.
Medina dijo que los investigadores cuentan con “elementos científicos” para acusar a los detenidos, algunos de los cuales son autores materiales o intelectuales y otros conductores de los autos en los que arribó el grupo criminal al casino.