Texas, Estados Unidos
Tracy Anderwald, de 34 años, padeció un ataque epiléptico mientras nadaba en la piscina de su hermana y se desmayó. Su hija Allison se arrojó al agua, la sacó a flote y corrió en busca de ayuda.
La niña, de sólo cinco años, jugaba en una reposera en el patio trasero de la casa de su tía, en Portland, Texas. Cuando levantó la mirada para buscar a su madre, se dio cuente de que algo andaba mal, reporta Infobae.
Su cuerpo flotaba boca abajo casi sin señales de vida. Allison entendió en el acto lo que debía hacer. Se tiró a la piscina, tomó a su mamá, la sacó a flote y la sentó en las escaleras. Entonces salió desesperada a buscar ayuda.
Tedra Hunt, su tía, estaba en la otra punta de la vivienda. Jamás se habría enterado a tiempo de lo ocurrido de no haber sido por el heroísmo de su sobrina. Hunt llamó al 911, que llegó rápidamente y así le salvó la vida a Tracy Anderwald.
Tracy Anderwald, de 34 años, padeció un ataque epiléptico mientras nadaba en la piscina de su hermana y se desmayó. Su hija Allison se arrojó al agua, la sacó a flote y corrió en busca de ayuda.
La niña, de sólo cinco años, jugaba en una reposera en el patio trasero de la casa de su tía, en Portland, Texas. Cuando levantó la mirada para buscar a su madre, se dio cuente de que algo andaba mal, reporta Infobae.
Su cuerpo flotaba boca abajo casi sin señales de vida. Allison entendió en el acto lo que debía hacer. Se tiró a la piscina, tomó a su mamá, la sacó a flote y la sentó en las escaleras. Entonces salió desesperada a buscar ayuda.
Tedra Hunt, su tía, estaba en la otra punta de la vivienda. Jamás se habría enterado a tiempo de lo ocurrido de no haber sido por el heroísmo de su sobrina. Hunt llamó al 911, que llegó rápidamente y así le salvó la vida a Tracy Anderwald.
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