Un grupo de enardecidos pobladores golpeó y quemó hasta la muerte a dos hombres acusados de robo y secuestro en Huitzilac, Morelos, México.
Los hombres, presuntamente, habían ingresado a robar en una residencia y tomaron como rehén a una menor de edad. Los pobladores se percataron de la situación y liberaron a la menor, maniatando a los hombres y linchándolos hasta quitarles la vida.
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Llegaron a bordo de una camioneta e ingresar a la casa. Ya en el interior, la familia se percató de la presencia de los presuntos maleantes, alertando a otros moradores. Se informó que no habrían sido solo dos los asaltantes, sino más, pero solo alcanzaron a retener a dos de ellos.
Después de esto, procedieron a llevarlos al palacio municipal de Huitzilac, una pequeña localidad de Morelos, adonde los enardecidos pobladores los golpearon mientras estos estaban en ropa interior y ensangrentados.
El presidente municipal, Ulíses Pardo, llegó minutos después a la zona, acompañado de policías, para intentar dialogar con los pobladores e intentar frenar el linchamiento.
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Los pobladores hicieron caso omiso y encararon al alcalde, cuestionándole la intervención y profiriendo que los supuestos malhechores merecían la muerte.
En el intercambio y la confusión, los hombres fueron entregados a las autoridades, sin embargo, otro grupo de pobladores alcanzó a los agentes y siguió pateando a los presuntos delincuentes.
Ya en el inmueble municipal, los pobladores comenzaron a llegar con garrafas de gasolina e ingresaron adonde estaban resguardados los presuntos narcotraficantes. Finalmente, procedieron a rociarles combustible y quemarlos cuando aún estaban con vida.
