Pero sin duda alguna el récord más sorprendente fue cuando Meghan aguantó hasta el final de su embarazo. Justo cuando tenía ya un 1 centímetro de dilatación, ella seguía levantando pesas de 240 kg. que equivale a 529 libras. Por extraño que parezca ni ella ni su bebé sufrieron ningún daño.
Rutina de ejercicios
Meghan se negó a hacer una pausa en su programa de ejercicio intenso que incluye: llevar a su perro diariamente a caminar más de 4 kilómetros, visitar el gimnasio cuatro veces a la semana y recorrer seis kilómetros de senderismo en las montañas una vez por semana.
Meghan insiste que su embarazo fue más saludable y más fácil con su rutina de ejercicios. Después de dar a luz a su pequeña Florencia Germaine que pesó 3.4 kg., Meghan descansó tres semanas. Actualmente Florencia acompaña a su madre en el gimnasio. Texto tomado de PlanetaCurioso.com. Mira el video