Una mujer holandesa ha demostrado que el amor de una madre hacia los hijos es inmenso y por el cual se expondría a cualquier peligro con tal de protegerles.
Fue en febrero cuando la hija de Monique (cuyo apellido no se ha dado a conocer) decidió cambiar su vida cambiando su nombre por el de Aicha. Luego viajó a Siria para coonvertirse al Islam, ya que se había enamorado de un yihadista turco-neerlandés, identificado como Omar Yimaz.
La joven se fue con la idea de casarse con Yimaz y en abril envió un mensaje por Whatsapp a su madre por medio del abogado Francoise Landerloo. 'Aprecio que te preocupes tanto. A veces tienes que hacer lo que tienes que hacer. Esto es lo que creo que es correcto', decía.
Monique viajó a Siria en octubre para tratar de rescatar a su hija, pero no tuvo éxito. Ella recibió un un 'grito de petición de ayuda' de su hija, por lo que viajó a Oriente Medio de nuevo. 'Ella quiere volver a casa, pero no puede salir de Raqqa sin ayuda', explicó el abogado Landerloo.
La madre pidió a la policía de Maastricht -ciudad en la que reside- que le ayudara a traer a Aicha de regreso a Países Bajos, pero se la negaron ya que 'era demasiado peligroso viajar a Siria y que ayudar a los terroristas del Estado Islámico es un delito punible'.
La negativa no detuvo a Monique y voló a Turquía para luego dirigirse a la frontera con Siria. Ataviada con burka, se fue a al-Raqqa, una base del Estado Islámico en Siria, donde logró organizar un encuentro con su hija.
Monique y Aicha, que ahora tiene 19 años, se encuentran actualmente en Turquía, donde la adolescente permanece detenida por las autoridades porque ella entró en Turquía desde Siria sin pasaporte.
Tomado de actualidad.rt.com