Washington, Estados Unidos.
El presidente Donald Trump aún no tomó su “ decisión final” sobre cómo responder a un presunto ataque con armas químicas en Siria, dijo ayer la Casa Blanca después de que el mandatario se reuniera con sus principales asesores de seguridad nacional.
Trump tenía previsto hablar con el presidente francés Emmanuel Macron y la primera ministra británica Theresa May sobre la acción que podrían tomar los aliados, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
“El presidente Trump acaba de terminar una reunión con su equipo de Seguridad Nacional para discutir la situación en Siria. No se ha tomado una decisión final”, dijo Sanders.
“Seguimos evaluando información de inteligencia y estamos en conversaciones con nuestros socios y aliados. El presidente hablará con el presidente Macron y la primera ministra May”, agregó.
May sostuvo ayer una reunión de urgencia con su gabinete sobre la situación en Siria, donde según socorristas decenas de personas murieron el pasado fin de semana en un presunto ataque con gas tóxico en Duma, la mayor ciudad del antiguo bastión rebelde de Guta Oriental, en las afueras de Damasco.
Downing Street dijo que el gobierno había acordado la “necesidad de tomar medidas” con relación a Siria, a pesar de que las encuestas muestran que el público británico es reticente a una intervención militar.
En Washington, Trump dijo más temprano ayer que la decisión sobre Siria se tomaría “bastante pronto”, aunque en tuits matinales expresó sus dudas sobre cuándo podría realizarse una acción militar.
Después de unos días en los que Trump se despachó con una serie de mensajes beligerantes y se mostró abierto a una intervención unilateral en Siria, en las últimas horas Washington ha rebajado el tono.
Durante su comparecencia ante el comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, el secretario de Defensa de EUA, James Mattis, se mostró más prudente y expresó su deseo de poder esperar a que se realice una investigación por parte de los inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) antes de tomar una decisión.
Esta investigación, según dijo el responsable de la cartera de Defensa, podría comenzar en el plazo de una semana.
Advertencia
Moscú, aliada del gobierno de Damasco, advirtió contra cualquier escalada que pueda desencadenar un conflicto entre EUA y Rusia, y pidió una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para este día.
En este cuadro de creciente tensión, los sectores militares rusos han formulado declaraciones agresivas, aunque el presidente Vladimir Putin y su gobierno han adoptado una posición más cautelosa, limitándose a exigir pruebas de la culpa del líder sirio Bashar al Asad.
“La gran preocupación son siempre los errores, las consecuencias no deseadas”, dijo Boris Zilberman, de la Fundación para Defensa de las Democracias.
Boris Toucas, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, opinó que “ninguno de los protagonistas tiene ningún interés en un choque directo”. La eventual respuesta de Trump, de cualquier forma, ha dado a Rusia varios días para reorganizar sus tropas y tomar distancia de los blancos posibles de un ataque estadounidense.
El presidente Donald Trump aún no tomó su “ decisión final” sobre cómo responder a un presunto ataque con armas químicas en Siria, dijo ayer la Casa Blanca después de que el mandatario se reuniera con sus principales asesores de seguridad nacional.
Trump tenía previsto hablar con el presidente francés Emmanuel Macron y la primera ministra británica Theresa May sobre la acción que podrían tomar los aliados, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
“El presidente Trump acaba de terminar una reunión con su equipo de Seguridad Nacional para discutir la situación en Siria. No se ha tomado una decisión final”, dijo Sanders.
“Seguimos evaluando información de inteligencia y estamos en conversaciones con nuestros socios y aliados. El presidente hablará con el presidente Macron y la primera ministra May”, agregó.
May sostuvo ayer una reunión de urgencia con su gabinete sobre la situación en Siria, donde según socorristas decenas de personas murieron el pasado fin de semana en un presunto ataque con gas tóxico en Duma, la mayor ciudad del antiguo bastión rebelde de Guta Oriental, en las afueras de Damasco.
Downing Street dijo que el gobierno había acordado la “necesidad de tomar medidas” con relación a Siria, a pesar de que las encuestas muestran que el público británico es reticente a una intervención militar.
En Washington, Trump dijo más temprano ayer que la decisión sobre Siria se tomaría “bastante pronto”, aunque en tuits matinales expresó sus dudas sobre cuándo podría realizarse una acción militar.
Después de unos días en los que Trump se despachó con una serie de mensajes beligerantes y se mostró abierto a una intervención unilateral en Siria, en las últimas horas Washington ha rebajado el tono.
Durante su comparecencia ante el comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, el secretario de Defensa de EUA, James Mattis, se mostró más prudente y expresó su deseo de poder esperar a que se realice una investigación por parte de los inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) antes de tomar una decisión.
Esta investigación, según dijo el responsable de la cartera de Defensa, podría comenzar en el plazo de una semana.
Advertencia
Moscú, aliada del gobierno de Damasco, advirtió contra cualquier escalada que pueda desencadenar un conflicto entre EUA y Rusia, y pidió una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para este día.
En este cuadro de creciente tensión, los sectores militares rusos han formulado declaraciones agresivas, aunque el presidente Vladimir Putin y su gobierno han adoptado una posición más cautelosa, limitándose a exigir pruebas de la culpa del líder sirio Bashar al Asad.
“La gran preocupación son siempre los errores, las consecuencias no deseadas”, dijo Boris Zilberman, de la Fundación para Defensa de las Democracias.
Boris Toucas, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, opinó que “ninguno de los protagonistas tiene ningún interés en un choque directo”. La eventual respuesta de Trump, de cualquier forma, ha dado a Rusia varios días para reorganizar sus tropas y tomar distancia de los blancos posibles de un ataque estadounidense.