20/12/2025
11:05 PM

Tres mil personas sepultadas bajo los escombros tras sismo

El Gobierno de Indonesia estimó que cerca de 3 mil personas están sepultadas bajo los edificios destruidos por el seísmo de 7.6 grados en la escala abierta de Richter.

El Gobierno de Indonesia estimó ayer que cerca de 3 mil personas están sepultadas bajo los edificios destruidos por el seísmo de 7.6 grados en la escala abierta de Richter que sacudió hace tres días la isla de Sumatra.

Fuentes del centro de crisis del Ministerio de Sanidad indicaron que además hay 715 muertos y 2,400 heridos, aunque los datos de la ONU ya van por 1,100 víctimas mortales.

Al menos 20 mil edificios se han hundido o se encuentran dañados en Padang, la capital de la provincia de Sumatra Occidental y sus alrededores.

Los equipos de salvamento trabajan en la búsqueda de desaparecidos y en la atención de damnificados y el desescombro, mientras que la ayuda desde el exterior a Yakarta y otras provincias, empieza a fluir hacia las zonas afectadas.

“La situación en la ciudad de Padang es mala, pero no debemos olvidar las zonas rurales cercanas, donde pueblos enteros han quedado devastados al cien por cien y otros al 50 por ciento o en distinta medida”, advirtió la coordinadora de operaciones de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Christine South, desde Ginebra.

Paciencia

El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, pidió paciencia a los familiares y amigos de los desaparecidos y les aseguró que “todavía hay esperanza”.

Un niño de una escuela destruida de Padang fue rescatado después de 40 horas enterrado bajo escombros y relató que muchos de sus compañeros seguían con vida. Indonesia se asienta sobre el llamado “Anillo de Fuego del Pacífico”, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7 mil temblores al año, la mayoría moderados.

En 2006, unas 6 mil personas murieron en un terremoto en la javanesa ciudad de Yogyakarta; y, dos años antes, 170 mil, en el norte de Sumatra por un tsunami.

Clamor

Indonesia pidió ayer ayuda al mundo tres días después de un violento sismo que pudo dejar miles de muertos y los filipinos se encomendaban a Dios antes de la llegada de un supertifón al archipiélago ya enlutado por la tormenta Ketsana. “Hay muchas personas enterradas bajo los escombros”, se inquietó la ministra de Salud, Siti Fadilah Supari, en Padang. Reconoció que los rescatistas tenían “dificultades” para localizarlas y sacarlas.

Indonesia “necesita el apoyo de los países extranjeros” y “de equipos de socorristas experimentados y de su material”, agregó.

Ratna Kurnia Sari, una joven de 20 años, seguía teniendo el viernes esperanzas de ser salvada, después de dos días de espera atrapada entre las ruinas de su escuela de idiomas, constató un periodista de la AFP.

Al exterior, su hermana, Indra Vijaya, 29 años, permanecía a la expectativa. “Los socorristas consiguieron hablar con ella, pero las operaciones demoran demasiado y tengo miedo de que muera”, dijo, lamentando “la falta de material”. Mientras Indonesia cuenta sus muertos y trata de rescatar a los sobrevivientes, las fervientes Filipinas rezaban ayer ante la amenaza de una nueva calamidad natural: el “supertifón” Parma, capaz de volver a sembrar desolación en el archipiélago.

Manila y su región ya quedaron sumergidas el 26 de septiembre por un mar de agua y barro, descargado por la tormenta tropical Ketsana, que causó más de 400 muertos en el sudeste de Asia, de ellos al menos 293 en Filipinas.

Otra amenaza latente

El tifón Parma amenaza particularmente a 1.8 millones de personas “que viven en lugares donde los vientos pueden tener un impacto máximo”, advirtió el viernes en Ginebra la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.

“Ocho millones y medio de personas viven en el camino de este tifón, y 1.8 millones lo hacen en lugares donde los vientos serán más fuertes y corren el riesgo de tener un impacto máximo”, declaró a la prensa la portavoz de dicha oficina, Elisabeth Byrs.

La presidenta filipina Gloria Arroyo decretó ayer el estado de catástrofe natural para toda Filipinas antes de la llegada de Parma, prevista para hoy. Numerosas zonas del país, incluyendo Manila, ya han sido declaradas en estado de catástrofe natural después de haber sido afectados el fin de semana pasado por Ketsana, que provocó las peores inundaciones del país en 40 años.

ONU preocupada por tragedia

Ginebra. Las agencias humanitarias de las Naciones Unidas mostraron ayer su preocupación por la magnitud de la tragedia en Indonesia tras los dos terremotos de esta semana.

'El problema es que las cifras varían cada minuto y no hacen más que aumentar, por ahora es muy pronto para dar números globales pero la tragedia es enorme', señaló Elisabeth Byrs, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Ocha.

'No tenemos información sobre lo que ha ocurrido en 15 pueblos ni tampoco en la isla de Mentwai', agregó Byrs.

Según la última información difundida por el subsecretario general de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, John Holmes, 1,100 personas han muerto a causa del terremoto, pero todas las fuentes coinciden en que esta cifra va aumentar.