Camiones procedentes de toda Europa se vieron obligados a permanecer detenidos durante horas en la quincena de bloqueos organizados por transportistas franceses que pretenden protestar así contra el alza prevista de los impuestos a su gasóleo y por las condiciones de competencia con empresas extranjeras.
Los bloqueos, que comenzaron este sábado por la mañana y debían prolongarse hasta la caída de la tarde, se desarrollaron en una quincena de puntos estratégicos de la red de autopistas de la mano de la Organización de Transportistas Europeos (OTRE), la tercera asociación de empresas del sector en Francia.
'El Gobierno debe oír el enfado de los transportistas y trabajar con la profesión en la financiación de las infraestructuras', señaló en su cuenta de Twitter la OTRE, que publicó imágenes de algunas de las operaciones en marcha.
La más importante a primera hora, en la que se vieron implicados varios cientos de camiones, tuvo lugar en la unión de las autopistas A4 y A104, en la periferia este de París.
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También hubo otras similares en la A1 que conecta París con Lille y con Bruselas a la altura de Arras, cerca de la frontera belga, o en la A63 a la altura de Castets, entre Burdeos y Bayona, en dirección a la frontera española por el País Vasco.
El mismo escenario se repetía en los alrededores de Burdeos, en el valle del Ródano en las proximidades de Lyon o en la autopista A8 a la altura de Aix en Provence.
Los participantes en la protesta permitían el paso de los coches, pero no de los camiones, entre los que había sobre todo chóferes procedentes de otros países europeos que la OTRE considera que compiten con ventaja frente a los transportistas franceses tanto por las reglas socio-laborales como por los impuestos al gasóleo.
De hecho, el gran motivo de esta acción -que no está apoyada por las formas, pero sí por el fondo, por las dos principales organizaciones de la patronal del transporte en Francia- es el incremento de dos céntimos de euro por litro en el impuesto sobre el gasóleo de los camiones a partir de 2020.
Esa medida, que figura en el proyecto de presupuestos para el año próximo que se está tramitando en el Parlamento francés, supondría un costo suplementario de 800 euros anuales para cada camión, según la OTRE.
Para su presidenta, Aline Mesples, en declaraciones al canal 'France 2', esta movilización se justifica porque 'lo que está en juego' es el sector del transporte francés, en desventaja con el de otros países.