El temor a enfrentamientos y violencia callejera crece en Managua a un día de que el gobernante Frente Sandinista y la oposición marchen para medir fuerzas en torno al gobierno de Daniel Ortega.
Aunque en un principio ambas manifestaciones iban a coincidir, funcionarios del gobierno anunciaron ayer que el oficialismo se movilizará después de que lo haga la oposición.
La manifestación opositora está respaldada por organizaciones civiles y de derechos humanos, cinco partidos de oposición parlamentaria, la empresa privada y la Iglesia católica.
Los sectores quieren cerrar filas para exigir al gobierno de Ortega garantías para expresarse libremente sin represión.
A este llamado se sumaron embajadores de países cooperantes, como Estados Unidos y Francia.
Los opositores van a protestar por los planes reeleccionistas de Ortega, exigir la depuración del controvertido Tribunal Electoral y denunciar la pobreza que afecta a la mayoría de los nicaragüenses.
Esta concentración marcará “el inicio de la unidad de toda la oposición y toda la sociedad civil” contra el “régimen opresor” de Ortega, declaró el ex presidente y líder del Partido Liberal Constitucionalista, PLC, Arnoldo Alemán.
Cerca de 4,000 policías serán desplegados en la capital para evitar choques. Justo después de que la oposición convocara a su marcha, los sandinistas también han decidido salir a la calle movilizando a “todas sus fuerzas”, anunció el dirigente sandinista, Gustavo Porras.