Johannesburgo. Miles de sudafricanos se unieron espontáneamente ayer para rendir homenaje a Mandela; mientras tanto, se preparan los funerales del ícono de la lucha contra el apartheid, a los que acudirán numerosos mandatarios extranjeros.
En la calle, en la radio y en la televisión solo se habla de Tata (papá) Mandela y de todo lo que le debe este país de 53 millones de habitantes, de los que la mitad son menores de 25 años, a un exdirigente caracterizado por sus sacrificios, sus innumerables gestos de atención, su disciplina personal y su capacidad para escuchar.
El gentío seguía acudiendo a la casa del ex-Presidente, donde se había improvisado un pequeño altar con velas y flores, en otros lugares emblemáticos, como la antigua casa de Mandela en Soweto, en un ambiente distendido que contrastaba con la paranoia de seguridad de un país con altas tasas de criminalidad. “Afortunadamente, mi hija hoy va al colegio con negros, blancos, mestizos, indios, todos juntos”, algo impensable durante el apartheid, contó Dineo Matjila.
En Qunu, la localidad en que Mandela pasó su infancia, el ambiente estaba marcado por el silencio y la tristeza.
El rey Thembu, el clan de los Mandela, Dalindyebo, tiene previsto viajar a Johannesburgo para encontrarse con la familia del exmandatario y preparar la ceremonia tradicional un día antes del entierro.
El próximo domingo se espera que Presidentes y exmandatarios, monarcas, artistas y líderes espirituales de todo el mundo acudan a la inhumación. También podrán asistir a otro servicio fúnebre, en el estadio Soccer City de Soweto, el martes.
Fue allí donde Mandela hizo su última aparición pública, durante la final del Mundial de Fútbol de 2010, en un estado de salud ya muy débil.
Hablan sus parientes
La familia del expresidente Nelson Mandela salió de su silencio el sábado, comparando la muerte de quien era como un árbol gigante para los suyos, a su dolorosa ausencia durante sus 27 años de cárcel. “Sí, Tata (papa) se ha ido. El pilar de la familia se ha ido. Así como se fue durante esos 27 años de su encarcelamiento”, declaró el general Temba Matanzima, portavoz de la familia Mandela.
“Pero en nuestros corazones, en nuestras almas, seguirá estando siempre. No ha sido fácil en estos dos últimos días, ni tampoco lo será en los días que vienen, pero con el apoyo que recibimos de todas partes... todo irá bien para la familia”, dijo.
“Para nosotros, Tata era como un baobab-árbol- que nos daba una sombra reconfortante y nos aportaba seguridad y protección”, añadió el general.
Llegarán los Obama
Barak Obama, el primer mandatario negro de Estados Unidos, viajará a Sudáfrica la semana próxima, anunció la Casa Blanca, así como los expresidentes George W. Bush y Bill Clinton, sumándose a numerosos dirigentes de todo el mundo que asistirán a una gran ceremonia de recuerdo el 10 de diciembre.
El presidente francés François Hollande viajará el martes a Johannesburgo para participar en una ceremonia oficial de homenaje a Mandela. Las ceremonias serán retransmitidas en directo por televisión y en muchas pantallas gigantes en varios emplazamientos alrededor de todo el país. El ministro sudafricano de la presidencia, Collins Chabane, agradeció en nombre de todos los sudafricanos “la generosidad, la amabilidad y el calor con el que millones de personas reaccionaron al deceso” de Mandela, el fundador de la Sudáfrica moderna y el primer jefe de Estado negro del país, el jueves a los 95 años. Varios países, como Chad o Senegal, decretaron duelo nacional; en otros, como Estados Unidos, sus banderas ondeaban a media asta.