El gigante del comercio electrónico Amazon anunció este martes la contratación de 83 lanzamientos espaciales con tres proveedores distintos para contribuir a desplegar su ambiciosa red de satélites de internet.
En un comunicado, la firma que dirige Andy Jassy indicó que ha alcanzado acuerdos con las compañías aeroespaciales Arianespace, United Launch Alliance (ULA) y Blue Origin, esta última propiedad del fundador de Amazon, Jeff Bezos, para realizar 83 lanzamientos en un período de cinco años.
Estos lanzamientos deberán permitir poner en órbita la mayor parte de los 3.236 satélites que la firma de Seattle (estado de Washington, EE.UU.) planea desplegar como parte de su proyecto Kuiper, una iniciativa para proveer banda ancha de internet en todo el mundo mediante una constelación de satélites.
Según dijeron desde Amazon, se trata de la mayor contratación comercial de vehículos de lanzadera espacial de la historia.
El plan de Amazon de crear una red de satélites que provean internet a la Tierra es similar a otro liderado por la empresa espacial SpaceX, fundada por el consejero delegado de Tesla, Elon Musk.
Aunque por el momento el proyecto Kuiper todavía no dispone de ningún satélite en órbita, Amazon aseguró que este mismo año lanzará dos prototipos al espacio.
De los 83 lanzamientos contratados, 38 son con ULA; 18 con Arianespace y el resto con Blue Origin.
La semana pasada, la firma aeroespacial fundada por Bezos -a la que dedica más tiempo desde que dejó el cargo de consejero delegado de Amazon en 2021- lanzó al espacio el cohete New Shepard, con seis turistas, en el primer viaje organizado por la empresa este año.
Tras sufrir varios retrasos, la misión, bautizada como NS-20, lanzó el cohete New Shepard a las 08.58 hora local (13.58 hora GMT) desde su plataforma en Van Horn (Texas).
La cápsula se elevó unos 100 kilómetros antes de regresar a la Tierra unos 10 minutos después. Durante el viaje, la tripulación experimentó dos minutos sin gravedad.
Tras su despegue, el cohete se aceleró hasta tres veces la velocidad del sonido para superar la barrera de 80 kilómetros de altura, que supone el límite con el espacio.