La gobernadora republicana Susana Martínez logró sin problemas su reelección con una victoria abrumadora en un estado como Nuevo México, que tiende a votar por los demócratas, acrecentando la reputación de la única gobernadora hispana como figura de proyección nacional.
Martínez recibió el 58% de los votos contra el 42% de su rival demócrata Gary King según resultados extraoficiales e incompletos. Sería la primera vez en medio siglo en que un gobernador republicano de este estado saca más del 55% de los votos.
'Si bien nadie debe ser definido por nuestra raza o nuestros antepasados, me siento orgullosa de los que esto representa para la gente de ascendencia hispana aquí en Nuevo México y en todo el país. Como vengo diciendo, 'en América todo es posible'', afirmó Martínez tras el triunfo ante cientos de partidarios hispanos que la aclamaban.
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Martínez, de 55 años, pasó a la historia como la primera gobernadora de un estado hispana. Al ser reelegida, demostró que puede atraer el voto hispano y el de gente que no apoya al Partido Republicano.
Aprovechó su popularidad para recaudar mucho más dinero que King, un procurador general hijo del gobernador que más tiempo sirvió en Nuevo México, el finado Bruce King.
Martínez asegura que no le interesa buscar cargos a nivel nacional y se había comprometido a servir los cuatro años si era reelegida. Pero de todos modos es previsible que sea mencionada asiduamente como posible candidata republicana a la vicepresidencia para los comicios del 2016.
'Le guste o no, todo candidato republicano a la Presidencia la tendrá bien arriba en su lista de posibles compañeros de fórmula. Los republicanos no pueden darse el lujo de tener dos hombres blancos en la fórmula en este país de creciente diversidad y Martínez tiene potencial para atraer el voto hispano y el voto de las mujeres', comentó Larry Sabato, director del Centro para la Política de la Universidad de Virginia.
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La campaña de King jamás tomó impulso a pesar de la débil economía del estado, los lentos progresos en la generación de empleos y de varios problemas sociales, como la pobreza, cuyo índice es el segundo más alto del país.
Los demócratas tienen ventaja de 3-2 sobre los republicanos en la inscripción de votantes, por lo que los candidatos republicanos deben captar votos demócratas y de independientes para salir adelante en Nuevo México.
Tomado de El Nuevo Herald