El Gobierno Federal estadounidense y los albergues en estados fronterizos se preparan para recibir lo que podría ser una nueva oleada de migrantes con nuevos centros de procesamiento y más recursos para prestar ayuda a las familias, incluyendo pruebas de covid-19.
En las últimas dos semanas, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha reportado la llegada de grandes grupos a la frontera, particularmente en Texas, adonde la agencia federal ya ha comenzado a liberar a docenas de estas familias. Norma Pimentel, directora ejecutiva de Caridades Católicas del Valle del Río Grande -una agencia de la Diócesis de Brownsville, Texas-, dijo que desde hace dos semanas la Patrulla Fronteriza comenzó a liberar a las familias.
Clave
Se espera que en las próximas semanas la llegada de familias aumente aún más debido a que la Administración de Biden todavía no ha tomado una decisión sobre qué se va a hacer con los migrantes que esperan respuesta de asilo.
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“Estamos viendo que solo familias están siendo liberadas: papá, mamá y sus hijos”, dijo.
Indicó que la CBP se comunicó directamente con ella y le informó que las familias comenzarían a ser liberadas, por lo que de inmediato comenzaron a prepararse. El albergue cuenta con traductores y voluntarios que ayudan a los migrantes a llamar a sus familias en Estados Unidos y comprar pasajes de autobús para llegar a sus destinos finales.