El presidente estadounidense Barack Obama rindió homenaje este jueves en Orlando a los 49 'inocentes' muertos hace cuatro días en un letal ataque en un club nocturno, evocando el dolor 'indescriptible' de las familias.
'Estas familias son parte de la familia estadounidense', dijo Obama. 'Nuestros corazones también están destrozados'.
Cuatro días después de la matanza, que dejó 49 muertos y 53 heridos y que fue reivindicada por el grupo Estado Islámico (EI), al cual el asesino dijo obedecer, el presidente acudió en auxilio de una ciudad que no hace sino iniciar su duelo.
En Orlando y alrededores comenzaron a celebrarse las ceremonias fúnebres de las 49 víctimas de la masacre. La primera fue, en la tarde del miércoles, la de Javier Jorge Reyes, un vendedor de 40 años de origen puertorriqueño.
Una oficina de atención a los sobrevivientes del ataque y a los allegados de las víctimas fue instalada en el gran estadio local, el Camping World Stadium, y a ella han acudido decenas de personas buscando ayuda para completar los numerosos trámites administrativos de rigor.
También se multiplican los actos y concentraciones, como la velada de caridad organizada en el club gay Southern Nights la noche del miércoles y destinada a captar fondos para el personal de Pulse, la discoteca homosexual atacada el domingo.
Casi en simultáneo, la iglesia Trinity convocó a una oración en favor de las víctimas. Uno de los animadores de la actividad, el carismático pastor Billy Brath, confesó haber ido en numerosas oportunidades a Pulse y se congratuló del apoyo brindado por la ciudad de Orlando a la comunidad LGTB (lesbiana, gay, bisexual y trangénero).
También Obama destacará durante su visita a esta ciudad del estado de Florida que 'todo el país está junto a la población de Orlando' y 'la comunidad LGTB', dijo el miércoles el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
El presidente, que visitará la ciudad con el vicepresidente Joe Biden, consagrá la mayor parte de la tarde del jueves a reunirse con familiares de las víctimas para 'presentarles sus condolencias y reconfortarlas', agregó.
También prevé encontrarse con integrantes de los equipos de emergencia, médicos, enfermeros y personal de las ambulancias, 'que actuaron de manera heroica' y 'valiente', a menudo sin preocuparse por su propia seguridad, señaló Earnest.
El atentado del domingo, el más grave perpetrado en territorio estadounidense desde el 11 de septiembre de 2001, fue realizado por Omar Mateen, un estadounidense de 29 años, de padres afganos, que fue muerto a balazos por la policía y que en un llamado al 911 (emergencia policial) reivindicó su pertenencia al EI.