Virginia Tech, escenario en 2007 del ataque a tiros más mortífero en un centro educativo en la historia de Estados Unidos, sufrió ayer un nuevo episodio de violencia cuando un hombre armado abrió fuego y mató a un policía del campus y a otra persona.
La Policía indicó en rueda de prensa que “los investigadores están seguros de haber localizado a la persona” que disparó, descrito como un hombre blanco con una sudadera granate, capucha y pantalones deportivos grises. La universidad aseguró que ya no existe “amenaza activa” para el campus de 31,000 estudiantes, por lo que levantó el estado de alarma que había permanecido activa durante cuatro horas después de que se escucharan por primera vez los disparos.
En un comunicado, la universidad dijo que el policía, un miembro del servicio de seguridad de la propia Virginia Tech, murió por disparos durante un “control de tráfico rutinario” en un estacionamiento cerca de la piscina McComas y el edificio de atletismo.
“Los testigos informaron a la Policía que el atacante huyó a pie en dirección a The Cage, un estacionamiento cerca de la calle Duck Pond”, agregó. “En el estacionamiento se encontró una segunda persona. Esa persona también falleció”. Su identidad no fue revelada.
Testimonio
Una estudiante no identificada que se hallaba en el lugar del crimen le contó al canal de televisión WDBJ, conteniendo las lágrimas, que vio al policía caer de su vehículo cuando otros policías abrieron su puerta.
“Cayó al suelo e inmediatamente empezaron a revivirlo y luego dos policías se fueron con algún tipo de armas automáticas, supongo, corriendo tras el hombre armado.
Creo que el oficial no sobrevivió porque (sus colegas) simplemente lo cubrieron con una sábana”, relató.
Policías con pistolas y rifles de asalto pululaban por el campus de Blacksburg, Virginia, y estudiantes y funcionarios se refugiaban en sus dormitorios, oficinas y un centro lúdico.
“Estamos buscando absolutamente en todas partes por la persona que se ajusta a la descripción”, dijo el portavoz de Virginia Tech, Mark Owczarski.
Virginia Tech fue escenario del ataque a tiros más mortífero de un único atacante por disparos en la historia de Estados Unidos. Ocurrió en abril de 2007, cuando el estudiante surcoreano Seung-hui Cho, de 23 años, mató a 32 personas antes de quitarse la vida. Otras 25 resultaron heridas.
Ayer fue un día de estudio en Virginia Tech, en vísperas de los exámenes finales del semestre de otoño boreal.
Los exámenes finales programados para el viernes fueron pospuestos en espera de una decisión sobre el calendario completo de pruebas, indicó la universidad.
Brian Walls, empleado de Virginia Tech, dijo a CNN que primero escuchó unas 15 sirenas diferentes, salió y vio un gran grupo de policías reunidos afuera.
“Al final vi a una persona en el suelo” y a los equipos de socorro, al parecer tratando de revivir a una persona caída. Luego, las alertas de alarma del campus empezaron a sonar” y Walls volvió a entrar en el establecimiento.
Tauhid Chappell, estudiante, contó que él y otros alumnos recibieron información por el sistema de alerta de la universidad, Internet y radio.
Volvió la calma
El ambiente en la escuela era “muy tranquilo y silencioso”, dijo a CNN.
“Estuve todo el día en mi dormitorio y vi que había un montón de movimiento en el campus”, dijo Andrew McElvarr, estudiante de primer año, al canal de televisión WDBJ.
“Todo el mundo (en los dormitorios) está en espera, observando, tratando de averiguar lo que está pasando”.
Irónicamente, la directiva de Virginia Tech, incluido el jefe de la policía del campus, se encontraban en Washington el jueves para apelar contra una multa de 55,000 dólares por no haber emitido una alerta por e-mail inmediatamente después de que Cho disparara contra sus dos primeras víctimas en un edificio de dormitorios del campus.
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