Dieciocho pasajeros fueron secuestrados en el estado de Kogi, en el centro de Nigeria, por hombres armados que atacaron el autobús que los transportaba, confirmó este jueves a EFE la Policía.
El autobús circulaba por la carretera que une las ciudades de Itobe y Ochadamu el pasado martes por la noche, cuando unos desconocidos lo interceptaron y ordenaron a todos los pasajeros que bajaran del vehículo.
Un agente de la División de Policía de Itobe, que pidió el anonimato, confirmó a EFE el secuestro y afirmó que las fuerzas del orden estaban tras la pista de los secuestradores.
"Sí, es cierto. Dieciocho viajeros fueron secuestrados por delincuentes en los alrededores de Ajegwu. Nos hemos desplegado en la zona para rastrear a los responsables", declaró la fuente.
"Seguro que los atraparemos y hacemos un llamamiento a los miembros de la comunidad afectada para que nos proporcionen información que pueda ayudarnos a atrapar a los delincuentes", agregó el agente, sin facilitar más detalles.
Un líder comunitario de Ochadamu, Isa Waliu, también confirmó el secuestro.
"Los hombres armados aparecieron de la nada, detuvieron el autobús, realizaron varios disparos al aire y ordenaron a los dieciocho pasajeros que salieran", relató Waliu a EFE por teléfono.
Los asaltantes bloquearon el tramo de la carretera en la zona de Ajegwu y obligaron a los viajeros a marchar a caminar hacia un bosque.
"Hasta ahora, no hemos tenido noticias de los secuestrados y no estamos seguros de si los hombres armados han pedido un rescate", agregó Waliu, al precisar que decenas de policías patrullan la zona donde ocurrió el incidente en busca de los pasajeros secuestrados.
EFE intentó contactar con el portavoz de la Policía estatal, William Aya, para recabar más información, pero no obtuvo respuesta.
Algunos estados de Nigeria -sobre todo del centro y noroeste del país- sufren ataques incesantes por parte de 'bandidos', término usado en el país para nombrar a las bandas criminales que cometen asaltos y secuestros masivos para pedir cuantiosos rescates y a cuyos integrantes las autoridades tildan a veces de 'terroristas'.
Los ataques se repiten pese a las repetidas promesas de terminar con la violencia por parte del Gobierno nigeriano.
A esta inseguridad se suma la ocasionada desde 2009 por la actividad del grupo yihadista Boko Haram en el noreste del país y, a partir de 2016, también de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, por sus siglas en inglés).