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Mujer se gana la vida matando narcos en Filipinas

  • 26 agosto 2016 /

El presidente de Filipinas ofrece recompensa a quienes maten a traficantes. Ya suman 2,000 asesinatos.

Manila, Filipinas.

La Policía de Filipinas defendió la controvertida campaña contra la droga impulsada por el presidente Rodrigo Duterte, que ha causado desde el primero de julio unos 2,000 muertos y levantado críticas de organizaciones como la ONU.

El nuevo presidente filipino, llegado al poder en mayo, prometió matar a decenas de miles de criminales con el objetivo de eliminar las drogas ilegales del país en seis meses.

Días después de ser elegido Duterte ofreció a oficiales de seguridad recompensas por los cuerpos de traficantes de drogas.

Pero no solo los policías se han dedicado a cazar traficantes, sino también ciudadanos 'normales' seducidos por la recompensa monetaria.

Foto: La Prensa

El presidente filipino Rodrigo Duterte ha ordenado una matanza de narcotraficantes en las Filipinas.
Tal es el caso de 'María' (no es su verdadero nombre), una diminuta mujer que ha asesinado a 6 supuestos traficantes por encargo.

'Mi primer asesinato fue hace dos años. Estaba muy asustada y nerviosa porque era mi primera vez', dijo la mujer que accedió a contar su historia a la cadena BBC.

En las últimas semanas cometió cinco asesinatos más. 'Me siento culpable y angustiada. No quiero que las familias de quienes he asesinado vengan por mí', agregó la joven, que forma parte de un equipo que incluye a tres mujeres y a su esposo.

María y su marido provienen de un barrio pobre de Manila y no tenían ingresos fijos. Pero eso cambió cuando aceptaron convertirse en asesinos a sueldo. Ahora ganan hasta 20.000 pesos filipinos ($430) por encargo -una fortuna en Filipinas- y lo dividen entre tres o cuatro de los sicarios.

Foto: La Prensa

'María' cobra 430 dólares por asesinar a un narcotraficante. Foto: BBC.
Controversial pedido

El jefe de la policía de Filipinas causó ayer una nueva controversia al llamar a los drogadictos a matar a los narcotraficantes y quemar sus casas, en una nueva escalada en la guerra brutal contra las drogas

'Están disfrutando su dinero, dinero que destruye sus cerebros. Ustedes saben quiénes son los señores de la droga. ¿Quieren matarlos? Adelante. Matarlos está permitido porque ustedes son las víctimas', dijo Ronald dela Rosa en un discurso difundido en televisión el viernes.

Los comentarios de Dela Rosa, que este viernes se disculpó ante el aluvión de críticas, son un paso más en las directrices impuestas por Duterte, que han despertado la preocupación de Naciones Unidas y de las organizaciones proderechos humanos.

La relatora especial de la ONU sobre ejecuciones sumarias, Agnes Callamard, ha afirmado que estas medidas 'incitan a la violencia y el asesinato, un crimen según el derecho internacional', pero tanto Duterte como Dela Rosa aseguran que trabajan dentro de la ley y que sus comentarios son simples 'hipérboles' para asustar a los traficantes.

Muchos filipinos siguen apoyando a Duterte, aceptando su argumento de que se necesitan medidas drásticas para impedir que Filipinas se convierta en un 'narcoestado'.