El ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, renunció ayer -después de casi tres años- del cargo desde el que orientó una ofensiva contra la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, que incluyó el rescate de Ingrid Betancourt y un ataque en Ecuador donde murió el número dos de esa guerrilla Raúl Reyes.
Santos, de 57 años, no descartó presentarse como candidato a la presidencia en los comicios de 2010, pero dijo que sólo lo hará si el presidente Álvaro Uribe decide no postularse para un tercer periodo consecutivo.
Santos logró escalar en popularidad en los últimos tres años gracias a los duros golpes dados a las Farc.
Ese rescate dejó a las Farc sin las que eran sus cartas más valiosas para su propuesta de negociar un canje de secuestrados por rebeldes presos. Pero el ministro también causó frecuentes choques diplomáticos con Venezuela y Ecuador.
La gestión alcanzó además a importantes capos del narcotráfico y de bandas de ex paramilitares, algunos pedidos en extradición por Estados Unidos. Pero también destituyó a varios oficiales, entre ellos cuatro generales, por el escándalo de los “falsos positivos”, que involucró a militares con las ejecuciones de cientos de jóvenes pobres presentados luego como paramilitares o guerrilleros muertos en combate.
